"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Girl es la primera película dirigida por Lukas Dhont y con ella este joven cineasta belga, de apenas 27 años, ha logrado la Cámara de Oro en Cannes, el premio que el festival francés reserva a la mejor ópera prima. Una historia sobre una joven de quince años que, en pleno proceso de cambio de sexo, debe aprender a gestionar el rechazo que le produce su cuerpo.
¿Cuál fue el punto de inspiración para esta historia?
Cuando yo tenía 18 años leí una noticia sobre una adolescente que aspiraba a estudiar ballet pese a las trabas que tenía al haber nacido varón. Me conmovió mucho su determinación, denotaba una gran madurez pese a tener solo quince años, sobre todo comparándola conmigo. Me pareció una persona admirable, más aún cuando la conocí. Enseguida le propuse hacer un documental sobre su caso pero ella me dijo que la idea no le hacía mucha gracia, así que desistí y reenfoqué la historia como punto de partida para un film de ficción.
Pero el rigor desde el que aborda un tema tan complejo es el propio de un film documental.
En Bélgica hay una gran escuela de documentalistas y este tipo de propuestas son parte de mi formación como cineasta. Pero, partiendo de que siempre quise contar esta historia del modo más auténtico, lo que sí intenté es huir de una estética propia del realismo social.
¿Se documentó de manera exhaustiva a la hora de coescribir el guion? ¿Habló con muchas personas que han vivido procesos de reasignación de sexo? ¿Con asociaciones LGTB?
Desde el principio tuve claro que lo que quería era contar la historia específica de una chica. No quería convertirla en portavoz o representante de ningún colectivo. Hubiera sido muy arrogante por nuestra parte. Cada una de las personas que ha vivido un proceso de reasignación de sexo lo ha hecho de una manera muy diferente.
No obstante, Girl es una película muy oportuna en la medida en que los derechos de los transexuales son, ahora mismo, el gran caballo de batalla del movimiento LGTB.
Yo tengo la esperanza de que esta película abra un resquicio para que se sigan contando este tipo de historias, también para que la gente esté abierta a asumirlas. La representación de la transexualidad en el cine va en aumento pero aun así, se trata de pasos muy pequeños. Queda mucho camino por recorrer.
Llama la atención ese modo tan físico en el que usted filma los cuerpos.
Es que el cuerpo de Nora es justamente el elemento que define el conflicto que vive el personaje. A la hora de describir esa sensación de atolladero íntimo que atraviesa, era importante mostrar los efectos que sobre su cuerpo tienen las clases de baile. No me interesaba tanto mostrar una coreografía como las consecuencias físicas de ese esfuerzo.
¿Cómo recibió la concesión de la Cámara de Oro en Cannes?
Bueno, es un premio que abre unas grandes expectativas sobre el devenir de mi obra pero yo siempre he sido muy exigente conmigo mismo y, en ese sentido, no me asustan esas expectativas. Otra cosa es lo que los demás esperen de mí, pero procuro no estar pendiente de eso. Solo espero que cuando ruede mi siguiente película lo haga apelando al mismo rigor con el que hice Girl.
Jaime Iglesias