"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Agustín Toscano, director de El motoarrebatador, prefiere no hablar de un proyecto individual: “En esta película está mi entorno más querido. Quería ser fiel a él y apostar por los mismos actores que tanto me habían dado en mi ópera prima”. De esta reunión de amigos surge un cine distinto, con pinceladas teatrales: “En la película pongo en práctica técnicas de teatro que trastoca, en el buen sentido, a la parte del equipo más experimentado".
El film cuenta la historia de Miguel, que se gana la vida robando desde su motocicleta. En uno de estos atracos, coge el bolso de Elena y la hiere gravemente. Así comienza la historia entre ambos protagonistas.
Agustín nos explica que “la historia surge de un período que afectó a 21 provincias de Argentina, centrándose en este caso en Tucumán”. En 2013, la policía entró en huelga y las ciudades enteras sufrieron saqueos de bandas de ladrones en supermercados, tiendas, etc. “Algo se había quebrado socialmente a pesar de que se restableciera el orden. De alguna manera, todos sabíamos que podría volver a ocurrir”. Fue entonces cuando al director se le ocurrió plasmar esa realidad desde un punto de vista muy interesante: “Me enamoré del concepto de ponerme del lado de los malos”. Entonces, un día, “me acordé de que a mi madre le robaron la cartera y en una de estas fue arrastrada por el suelo; podría haberle pasado algo grave”, aunque añade que “en la película se dramatiza”. De aquí surge Miguel: “Me parecía interesante plasmar a un tipo que es capaz de hacer eso, sin tener en cuenta las consecuencias”. Sin embargo, la historia pretende “regalar a ese tipo la oportunidad de dudar, de decir: lo hice mal, me equivoqué”. Todo ello desde la fábula, desde “el lugar más inocente y fantasioso que permite dotar al personaje más negativo de todos de algún aspecto positivo, comportándose como un caballero con una mujer que casi mata”.
Sergio Prina es el encargado de interpretar a ese bandido de bondad oculta: “No es un personaje blanco, vive en un constante gris” . Y en cuanto a la selección del reparto, afirma que “los actores se meten solos en la película y, en este caso, Sergio era la persona idónea porque representa la gentileza que necesitaba Miguel”. Sobre Liliana solo tiene buenas palabras y afirma que “ha construido un personaje que yo jamás podría haber encontrado”. Para él el gran premio de hacer cine es “que todo el equipo tenga ganas de que hagamos más”.
Y parece ser que tienen todos los números para ello: Han ganado un premio en el Festival de Nara, Japón, que implica la financiación de la producción de un nuevo proyecto.
Agustín viene de presentar en Cannes este largometraje. Su ópera prima, Los dueños, codirigida con Ezequiel Radusky, obtuvo una Mención Especial del Jurado. Este segundo film fue seleccionado en el Foro de Coproducción del Festival y para él volver aquí implica “la comodidad de estar como en casa, con un público que lo deja todo para vivir el Festival”.
María Aranda