"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La primera aparición de Dirk Bogarde en la filmografía de Joseph Losey es su reflejo lejano en un espejo, en un plano excelente en el que también vemos reflejada, en primer término, a Alexis Smith; ambos, a quienes todavía no conocemos, se cruzan una mirada furtiva a través del cristal al tiempo que la música eleva el tono en clave frívola, sugiriendo sutilmente una atracción erótica. Ella, Glenda Esmond, acaba de llegar a su casa y cree que él, Frank Clemmons, es un paciente de su marido, Clive Esmond (Alexander Knox), psicoterapeuta, que tiene consulta en su propio hogar. De hecho, lo es, pero especial: delincuente común, Frank intentó robar a Clive, de noche en plena calle solitaria, pero éste se defendió, lo redujo y le propuso no llevarlo a comisaría si aceptaba alojarse en su casa durante seis meses, sometido a una terapia a fin de reformarlo. El doctor Esmond cree en la curación de Frank ciegamente, con un ímpetu digno de mad doctor, incluso llegará a encubrirlo delante del inspector de policía (Hugh Griffith) con una coartada falsa. Como anuncia el aludido plano del espejo (habrá otros planos de espejos, aunque no tan reveladores, en esta casa llena de ellos por todas partes: se conoce que Drácula no frecuenta a la familia), su experimento no propiciará otra cosa que el adulterio de Glenda, quien, desatendidos sus deseos carnales por el marido, no tardará en caer con ardor desaforado en los brazos tentadores de su huésped, un tipo más bien siniestro, sombrío, arrogante a la vez que refinado en su conducta.