Más que nunca, y siguiendo la filosofía ya adoptada en la pasada edición, Zabaltegi- abakalera hace honor a su nombre y se consolida como la sección competitiva más abierta y libre del Zinemaldia. No se trata tampoco de un compendio del cine más vanguardista o radical sólo apto para los más intrépidos, aunque también podría serlo, sino de una filosofía a la hora de afrontar la representación audiovisual que busca miradas diferentes y no se pone límites en cuestión de formatos, ni de géneros, estilos o duraciones. Aquí tienen cabida largometrajes, mediometrajes y cortos, ficción y documental, animación o instalaciones audiovisuales, y en ella conviven directores consagrados con realizadores nóveles o artistas experimentales.
Prueba de que tampoco hay que acudir a buscar a los rincones más recónditos para que una película encuentre su espacio en ella, es el hecho de que la sección Zabaltegi-Tabakalera tiene la suerte de ser inaugurada este año con la última ganadora de la Palma de Oro en Cannes, la sueca The Square, de Ruben Östlund, un cineasta que ha hecho de las largas secuencias una señal de identidad. En la primera jornada del Zinemaldia le acompaña L’amant d’un jour, la última propuesta del realizador Philippe Garrel, heredero directo de la Nouvelle Vague y figura esencial del cine francés de las últimas décadas a quien el Zinemaldia dedicó una retrospectiva en el año 2007.
Encontramos este año también otros nombres que nos resultan familiares en San Sebastián, como el del coreano Hong Sang-soo, último ganador de la Concha de Plata al Me- CINE SIN LÍMITES jor Director, y que este año presenta dentro de esta sección su última película Geu-hu / The day after; o el local Koldo Almandoz, cineasta notoriamente experimental que es reincidente en Zabaltegi-Tabakalera tras presentar el año pasado su primer largometraje Sipo phantasma, y que en esta edición llega con un cortometraje, Plaga.
OTROS FORMATOS SON POSIBLES
Seguramente Zabaltegi-Tabakalera es de las pocas secciones competitivas del mundo donde un cortometraje se enfrenta de igual a igual con las últimas obras de ficción de directores de reconocido prestigio.
Además de Plaga, en formato corto llegan también El sueño de Ana, el último trabajo del chileno José Luis Torres Leiva; Calipatria de los austriacos Gerhard Treml y Leo Calice; Flores, del portugués Jorge Jácome; Plus Ultra de los españoles Samuel M. Delgado y Helena Girón; Shame del búlgaro Petar Krumov o Gwendolyn Green de la norteamericana Tamyka Smith, que además viene acompañada de una instalación. En el extremo opuesto se encuentran los 250 minutos que exhiben dos conocidos directores españoles como son Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero, aunque en este caso la duración tiene su trampa, ya que se trata de la suma de varios episodios de la serie televisiva “Vergüenza”, con lo que el Zinemaldia, a través de esta sección, se acerca también a este formato tan en boga hoy en día.
Cerca de las fronteras del video-arte se mueve la sorprendente propuesta de la francesa Filipa César, Spell Reel, proyección comentada en directo, y que tiene también mucho de documental. Precisamente, la puesta en valor del documental es uno de los aspectos más destacables de esta zona abierta: Zabaltegi-Tabakalera.
La salud y diversidad del género se hace patente a través de varias propuestas. El prestigioso fotógrafo francés Raymond Depardon presenta 12 Jours, en la que da voz a internos en centros psiquiátricos; Frederick Wiseman nos introduce en una de las instituciones de conocimiento más importantes del mundo en Ex Libris: The New York Public Library; y el brasileño Joao Moreira Salles se acerca en No intenso agora a distintas revoluciones políticas del siglo XX a través exclusivamente de material de archivo. Los españoles Gustavo Salmerón y Félix Viscarret concursan respectivamente con Muchos hijos, un mono y un castillo, premiada como Mejor Documental en el Festival de Karlovy Vary, y Saura(s), el acercamiento de un cineasta joven hacia otro ya consagrado como Carlos Saura.
En total, hasta 22 trabajos y una instalación ocuparán esa zona abierta en la que se convierte Tabakalera durante los próximos nueve días y en la que están invitados a entrar espectadores inquietos y receptivos a las más variadas propuestas. Sin duda, el espacio más propicio para el descubrimiento y la sorpresa dentro del Zinemaldia.
Gonzalo García Chasco