"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El uso y manejo de las cuestiones éticas, en el cine, requiere herramientas de precisión, y es ahí donde entra la experiencia estética, el tinglado. En la superficie, El otro señor Klein (1976) es un deleite por mera sintaxis, una belleza en sus colores preocupados y un placer sensorial cuando la cámara callejea esa ciudad fatigada de tiempo, el París usado que se espera y se da por hecho. Estamos ante un Losey de alta gama en lo visual, lo que no es decir poco cuando hablamos de alguien sobresaliente destilando imágenes y cargándolas de significado moral,embebiendo de hondura la forma. El otro señor Klein es una película algo ensimismada en sus bellísimos acabados y, sin embargo, es cine que nutre, que eleva la jornada, se instala como experiencia y nos solicita modificaciones de conducta.
Año 1942. Robert Klein es un tratante de arte sin escrúpulos que en la Francia de Vichy parece haber encontrado unas ventajosas posibilidades de negocio especulando con los bienes que la población judía se ve obligada a ir dejando atrás. Su circunstanciafinanciera es miel sobre hojuelas, pero la personal empezará a zozobrar cuando otro Robert Klein, un resistente judío, comparezca en escena. O no comparezca nunca, mejor dicho, convirtiéndose así en una presencia fantasmagórica para nuestro Klein, que emprenderá unainvestigación fiel a los códigos estrictos del cine negro clásico en su modalidad noir. Es decir, la melancólica, trágica y humanista.