Cuando Teddy Lussi-Modest se marchó a La Fémis a estudiar guion y explicó a su familia que quería hacer cine, enseguida empezaron a dar por hecho que se convertiría en un director rico y famoso, capaz de proporcionarles algunos de los caprichos con los que nunca se habían atrevido a soñar. Nada más lejos de la realidad: entre su ópera prima Jimmy Rivière y la película que presenta ahora, han pasado ya seis años.
Al igual que en su primer film, cuenta con Rebecca Zlotowski, para dar forma de guion a una tesis muy sencilla: el éxito fulgurante de una persona de origen modesto y las consecuencias que entraña en su entorno familiar. “Quise además centrar el relato en la relación de dos hermanos, porque lo que me interesaba de la fraternidad es explorar esa relación casi de espejo, en la que uno es el reflejo del otro y hay una comprensión casi inmediata, algo que no me podía ofrecer una relación paterno-filial, por ejemplo”, comenta el director.
Al principio trabajaron la posibilidad de que ese éxito estuviera enmarcado en el mundo del fútbol o del rap, pero enseguida la figura del cómico les pareció la más acertada para la construcción del personaje. Un protagonista que Teddy tenía claro que debía pertenecer a una clase trabajadora inmigrante, ámbito en el que la familia es un pilar esencial deprotección, “un refugio frente a realidades hostiles derivadas del racismo y las desigualdades sociales. Pero al mismo tiempo, puede ser una gran fuente de conflictos. A veces la familia puede llegar a funcionar como la mafia: Ofrece protección y ayuda, pero siempre pedirá algo a cambio”. En el caso del personaje, es precisamente cuando le empiezan a ir bien las cosas que se genera una deuda para con los suyos, que nunca hubiese existido si llega a fracasar, y eso es exactamente lo que yo quería que estuviera en el centro de la trama”.
Aunque en un primer momento el protagonista era negro en el guion, un día Teddy le habló del proyecto a Tahar Rahim y decidieron ensayar el texto. Tahar es el actor francés de origenargelino que saltó a la fama internacional tras participar en 2009 en la multipremiada Un Prophète (Un profeta), que tras estrenarse en Cannes fue asimismo proyectada en SanSebastián aquel mismo año. Obtuvo, entre otros, el César al mejor actorpor su papel, y desde entoncessu carrera continua imparable hasta a fecha. Durante las pruebas, el director vio que Tahar llevaba el alma del personaje en su propia trayectoria personal, y entendió que el papel tenía que ser para él. La película arranca cuando Brahim ya es un cómico de éxito, todo su entorno espera grandes cosas de él, y él no acaba de sentirse cómodo con la dirección que está tomando su carrera a las órdenes de su manager, que además es su hermano. Para encontrar su propio camino, Brahimdebería desprenderse de los servicios de su hermano y asumir “el precio del éxito”.
Un film con un cómico en el telón de fondo, para vehicular el relato sobre los peligros derivados de los vínculos familiares, en una retórica que nos advierte que cuando llega el éxito a entornos habituados al fracaso, puede convertirse en una bomba de relojería. El personaje principal es conducido a una situación límite en la que deberá decidir si persigue sus sueños o sucumbe a la presión familiar.
AMAIUR ARMESTO