Para los cientos y miles de surfistas que vamos asiduamente a Indonesia en busca de las mejores olas del planeta, y más en concreto a Desert Point, resulta difícil imaginársela va- cía. Una línea de 100 personas recorre uno de los templos sagrados del surf. Todos luchamos por una sola ola, como en el corner de un partido de una final de la Champions. La que viene puede ser la ola de tu vida y es como en el juego de la silla: alguien se queda sin gloria.

Son pocos los lugares señalados en el planeta como olas de clase mundial, un diseño perfecto, un capricho de la naturaleza. Son pocas las olas que llevan esa perla y ésta es la historia de una de ellas documentada en imágenes registradas en 16mm por Bill Heick y un puñado de amigos que se movían en apenas una barcaza de vela. Horas de material de aquellos viajes por el mundo de hace 40 años con las que Heick quería construir un simple vídeo de recuerdo pero al que Ira Opper vio el potencial de lo que es hoy, una gran historia de aventura.

Sueña, explora, descubre. Muchos jóvenes de la década de los 70, inspirados por los Keruac y con ansias de libertad, emprendieron el viaje en busca de nuevas tierras, nuevos destinos, nuevas fronteras. Esta nueva cultura encajó a la perfección con la creciente cultura de surf y los 70 y 80 fueron la era de oro para muchos jóvenes americanos y australianos que se dedicaron a viajar por el mundo en busca de la ola perfecta. Prácticamente todo el planeta estaba por descubrir y la sed de encontrar El Dorado empujaba a muchísimos chavales a coger la mochila, la tabla y el compromiso con el viaje y con la vida. Indonesia era la nueva meca del surf y para los 70 ya estaba descubierta y expuesta en los primeros documentales como Morning of the Hearth. Estos reportajes trajeron ejércitos de surfistas. En este momento Bill y sus colegas tomaron la decisión de abrir camino e ir a explorar rutas desconocidas con la esperanza de encontrar las más nuevas rompientes de ensueño, donde un arrecife, la dirección del mar, la marea y el viento se alinearan para que surja la magia que alberga un templo sagrado del surf. Eso es exactamente lo que encontraron: Desert Point.

Y mantuvieron el secreto durante más de 10 años. Secrets of Desert Point cuenta de una manera muy sencilla cómo lo hicieron, cómo domaron la ola, pero también cómo estos aventureros llegaron a un lugar tan místico como hostil. Los protagonistas narran en primera persona que el precio a pagar por la cabalgada perfecta era muy alto. Robos, malaria, mutilaciones, machetazos con los locales y peligro real de malaria son algunas de las anécdotas que hoy tenemos el privilegio de ver en Secrets of the Desert.

Este relato sencillo pero apasionante refleja una visión bella e inocente del surf y de la vida no más que por vivirla, e invita sutilmente a reflexionar en contraste al uso y explotación de imagen que se le da al surf en muchos aspectos en nuestros días. Y si se lee entre líneas, abre un debate sobre el impacto, la relación y las consecuencias que puede tener el turismo surfero en el medio y modo de vida local. Un documento único que no se pueden perder.

KEPA ACERO