Dice Ricardo Darín que hay situaciones que obligan a mirar atrás, parar un momento y revisar el camino andado; “y no soy muy dado a ello”, asegura el actor que ayer recibió el premio Donostia, “pero reconocimientos como este me hacen echar la vista atrás y la verdad es que es difícil procesar todo lo que viene a la cabeza, me acuerdo de compañeros, de sentimientos. Estoy totalmente emocionado”, afirma.
En una rueda de prensa atestada de periodista, Ricardo Darín ha asegurado que le hace mucha ilusión recibir este premio o ‘reconocimiento’ como lo llama él, ya que si hay un discurso que siempre ha seguido el artista es que no le convencen los premios, “no me gusta esa dinámica de resaltar a alguien frente a otro, siempre pen- sando qué película o actuación ha sido mejor, creo que es algo perverso. Pero el Premio Donostia considero que es un reconocimiento, y siendo de un Festival tan querido, es muy lindo que me lo entreguen”, asegura.
El actor, viejo conocido del Festival de San Sebastián, es el primer actor sudamericano en recibir el Premio Donostia, algo a lo que ha restado importancia, “es que yo casi me siento de aquí, siempre me habéis recibido con los brazos abiertos, así que no necesito premios ni reconocimientos. Cuando pienso en el Festival me vienen a la cabeza la cantidad de abrazos que he recibido aquí. Se nota en la calle y en el contacto directo el aprecio que se me tiene”, ha señalado. Aun así afirma que “es un reconocimiento muy fuerte y las sensaciones son muchas”.
Teniendo en cuanta la larga carrera de Ricardo Darín, podría pensarse que está acomodado, pero es todo lo contrario ya que siempre reivindica lo artesanal, “no me gusta perder esa sensación vertiginosa de no tener claro dónde vamos, ya que ahí es donde entra la parte creativa”. Asegura que “la zona de confort es mala consejera, lleva a lo racional y yo soy más fan de lo creativo. Por eso siempre me gusta estar en esa zona en la que no sabemos que pasará; es más divertido”.
LA CORDILLERA
Al hablar de proyectos nuevos y de forzar la creatividad, se ha hablado de la película que ayer se presentó en el Zinemaldia, La cordillera. Un drama político en la que Darín hace de presidente argentino. “Es una película de ficción, si bien la situación política argentina está revuelta no hemos tenido intención de hacer nada real”, ha explicado el director, Santiago Mitre. No obstante, el equipo ha asegurado que Mitre ha sido valiente al sacar a la luz el tema política, ya que muchas veces no suele haber valor para llevar al cine ciertos temas, y así lo ha dicho Elena Anaya, actriz en la película: “Santiago sabe meter el dedo en la herida, donde hace falta”.
UN PREMIO CON NOMBRE PROPIO
“Extiendo este premio a todo Sudamérica” proclamó ayer un emocionado Ricardo Darín tras convertirse en el primer actor de América Latina reconocido con el Premio Donostia. El galardón se lo entregaron sus compañeras de profesión Elena Anaya y Dolores Fonzi. “He esperado mucho tiempo para cruzármelo en mi carrera”, confesaba Elena, actriz que participa en la película proyectada en la gala de ayer, La cordillera. Por su parte, Dolores confesó que “a todos nos gustaría ser Ricardo Darín”, por ser una persona admirable. Hace años, recordaba el actor, “estaba en este mismo lugar pero era yo quién entregaba el Premio a Dustin Hoffman. Me preguntaba cómo podía controlar su emoción con todo el cariño que se respira aquí”, y añadía: “Ahora me doy cuenta de que no se puede”. El actor agradeció el afecto de una ciudad en la que confiesa sentirse como en casa y acabó dedicando el Premio “para vos, Florencia”, el amor de su vida.
NAIA DÍEZ