"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
“Nunca hay que perder la curiosidad” comenta Calmin Borel, responsable del Festival Internacional de Cortometrajes de Clermont-Ferrand y presidente del jurado de Zabaltegi- Tabakalera, a la hora de explicar qué es aquello que más valora en la mirada de un cineasta. Una virtud, esa de la curiosidad, que muy bien podríamos extrapolársela a él y a sus dos compañeras de jurado, Savina Neirotti y Carla Simón, a tenor del entusiasmo que demuestran ante la selección de títulos que integran este año la sección: “Zabaltegi es un contenedor maravilloso –comenta Neirotti–. Estamos pudiendo ver cosas muy dispares: cortometrajes, películas documentales hechas sobre material de archivo, obras de cineastas consagrados, otras de realizadores nóveles. Lo vamos a tener realmente difícil de cara a unificar criterios y conceder un único premio”.
A su lado, Carla Simón asiente: “Está siendo una experiencia brutal, pero, por eso mismo, ejercer de jurado en una sección como esta conlleva una responsabilidad enorme. Todos sabemos que un premio en un festival cambia la vida de una película”. Ella habla con conocimiento de causa ya que los galardones que recibió en la pasada Berlinale con su ópera prima, Estiu 1993, catapultaron su película: “Yo no era consciente de lo que implica un premio en un Festival hasta después de vivir aquella experiencia. Es algo crucial, sobre todo para producciones modestas como la nuestra. Los premios te sitúan en el mapa”. “Es que para los cineastas –tercia Calmin Borel– es muy triste y frustrante que algo en lo que has trabajado durante dos o tres años aguante, como mucho, cinco días en cartelera”. Esta observación lleva a los tres jurados a iniciar una animada discusión sobre las trabas que existen en el mundo de la distribución y de la exhibición. Simón y Neirotti intentan convencer a su colega de que si el mercado francés ofrece, en este sentido, una situación preocupante, lo de España e Italia resulta, directamente, trágico. Controversias al margen, los tres jurados convienen que, a la hora de dar el premio, deberían considerar el impulso que dicho galardón puede dar a la vida comercial del film ganador.
LA INNOVACIÓN NO ENTIENDE DE EDAD
En lo que también coinciden los tres miembros del jurado es en señalar que el nivel de radicalidad de las obras que conforman, este año, la sección Zabaltegi-Tabakalera no tiene nada que ver con la edad de sus artífices: “Se suele decir –comenta Savina Neirotti, responsable del TorinoFilmLab– que entre los jóvenes directores es más fácil encontrar puntos de vista innovadores, pero siendo coordinadora e un laboratorio de guiones te puedo decir que hay muchos jóvenes que escriben cosas viejas. También existe un buen número de realizadores veteranos, y este año en Zabaltegi tenemos algunos ejemplos al respecto, que mantienen viva toda su energía”. En este sentido, y hablando sobre las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, Calmin Borel destaca el ejemplo de la última Premio Donostia Agnès Varda quien “armada únicamente con una pequeña cámara digital ha hecho una película tan hermosa como Visages, Villages que, de otra manera, a sus 89 años probablemente no podría haber filmado”.
El encuentro con los tres jurados concluye con unas palabras de reconocimiento hacia el Festival por parte de Borel: “Hay que aplaudir que un certamen como San Sebastián, con toda su proyección internacional, tenga la osadía de organizar una sección como Zabaltegi. La mezcla de estilos y de puntos de vista que convergen en una sección como ésta, resulta algo digno de elogio. Ojalá otros festivales tomaran nota”. Algo con lo que se muestra de acuerdo Carla Simón, quien además destaca “el valor añadido que tiene el que las proyecciones se realicen en un espacio como Tabakalera”.
JAIME IGLESIAS