"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Mia acaba de mudarse a los suburbios de Zúrich por el trabajo de su padre. A su desorientada ubicación hay que sumar que tiene quince años y su cuerpo está cambiando a pasos acelerados. Distanciada de sus padres, se refugia en sus nuevas compañeras de clase y se aferra junto a su antagonista Gianna al mundo que se abre ante ellas, lleno de vías de escape para no tener que cuestionarse todo lo que le pasa. El vínculo entre ellas es absoluto mientras se sumergen en una huida hacia adelante, para escapar de sí mismas, buscando formas de evasión constante, dejándose llevar por las salidas que su entorno les ofrece sin censura alguna.
Blue My Mind es el trabajo de fin de carrera de Lisa Brühlmann, un largometraje que ha podido verse estos días en el Festival. Tras estudiar arte dramático y participar en producciones para televisión y cine, su interés por la dirección cinematográfica fue creciendo, por lo que decidió inscribirse en la Universidad de las Artes de Zúrich para estudiar cine y preparar su salto al otro lado de la cámara. Aunque mantiene cierto vínculo con el mundo de la interpretación, dice que a día de hoy se siente, sobre todo, directora: “Quiero hacer muchas más películas”.
La ópera prima de esta joven cineasta ahonda sobre uno de los principios básicos en el desarrollo humano: La búsqueda de la identidad propia y el miedo al rechazo social. Lisa arrincona a su protagonista en una espiral de acontecimientos que pondrán a prueba sus miedos y vértigos hasta permitirse ser auténtica.
La escritura de Blue my mind se remonta a 2013. Lisa tenía algunas imágenes muy nítidas que quería incluir en su película y al mismo tiempo tenía claro que su protagonista sería una joven de fuerte personalidad, pero al mismo tiempo insegura e inmadura, con una necesidad imperiosa de encajar en su entorno y de encontrar su sitio: “Trabajo de una manera muy intuitiva. No elijo un tema, como podría ser ‘la libertad femenina’ para desde ahí desarrollar la historia. Yo comienzo el proyecto y cuando con el tiempo miro atrás, es cuando veo que hay un tema principal presente, y es ahí que redirijo la película para dotarla de una coherencia mayor”.
Encontró a las protagonistas de la película en un proceso de casting en el que ya fue testando el potencial de las candidatas para entrar en estados anímicos incómodos. Además, pudo utilizar sus experiencias personales como actriz para conseguir que sus actrices y actores estuvieran cómodos. “Fui muy empática con ellos en todo momento. Intenté tratarles tal y como a mí me gustaría ser tratada como actriz. Les di espacio para poder acercarse a los estados emocionales que necesitábamos conseguir. Me esforcé para acompañarles en el proceso y que se sintieran bien incluso en las escenas incómodas. Hicimos infinidad de ensayos hasta que conseguimos crear la atmósfera del film”.
Cuenta Lisa que el estreno del film en la sala K2 del Kursaal el pasado domingo, fue una proyección especialmente emotiva. “Notaba la sala cargada de una positividad honesta. Cuando presentas una película, esperas poder emocionar al público con ella, por lo que es una profunda satisfacción comprobar que en este caso mi propuesta ha llegado al corazón de quienes han venido a verla”.
AMAIUR ARMESTO