"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Thierry Frémaux lleva desde 2001 ejerciendo como delegado general del Festival de Cannes, cargo que compatibiliza con su labor como director del Institute Lumière de Lyon, su ciudad natal. Ahora además ejerce como impulsor y narrador de Lumière! Un título que más que tener consideración de largometraje supone toda una experiencia cinematográfica por cuanto permite redescubrir, convenientemente restaurados, buena parte de los 1.700 cortometrajes que rodaron los inventores del cinematógrafo, bien en calidad de directores, bien como productores; una experiencia que los espectadores donostiarras pudieron disfrutar durante la tarde del pasado sábado con la proyección especial de este título en Tabakalera.
“Dirigir Cannes y hacer esta película –dice Frémaux– son dos trabajos que parten de un mismo empeño: Compartir el amor por el cine. Creo que tenemos la misión de mantener viva la pasión por el cine, sobre todo entre las generaciones más jóvenes. Dicho esto se trata de dos labores totalmente diferentes: cuando seleccionas una película para Cannes no puedes prever la respuesta del público y como tal ignoras el recorrido que tendrá ese título. Eso te genera mucha incertidumbre. Mientras que trabajar en la difusión de nuestro patrimonio cinematográfico me da más seguridad y también, por qué no decirlo, más placer”.
A la hora de comentar las razones que le llevaron a embarcarse en este proyecto, Frémaux explica que “me interesaba dar a conocer la obra de los hermanos Lumière. Todo el mundo es capaz de citar dos o tres títulos de entre todos los que rodaron, que fueron casi 2.000. Eso demuestra que su obra no es tan conocida como pensamos. Pero más allá de eso he querido reivindicarles como mucho más que unos simples inventores. Hubo bastantes inventores aquellos últimos años del siglo XIX. Pero los Lumière no inventaron, crearon. Una vez que rodaron su primera película ya todo estaba hecho. En este sentido no son parte de una arqueología sino de la Historia del Cine”.
En su largometraje, Frémaux ensalza a Auguste y Louis Lumière como los creadores del gag, del remake, del travelling, del sentido de la puesta en escena y de un buen número de innovaciones en la narrativa cinematográfica que los historiadores, habitualmente, han atribuido a otros cineastas posteriores: “No hay ningún ánimo revanchista por mi parte en esa reivindicación, simplemente es una constatación. Sus innovaciones no fueron simplemente técnicas, sino que desde la más absoluta inocencia y libertad de espíritu comenzaron a plantearse una serie de innovaciones ligadas al sentido de la narración en las que fueron absolutamente pioneros”. Otra virtud que les atribuye Frémaux a los Lumière es su concepción del cine como un arte global: “Tavernier dice que su mayor mérito es que ofrecieron el mundo al mundo y yo estoy de acuerdo. Si el cine consiste en contarnos los unos a los otros, en dar a conocer a aquellos que son diferentes, los Lumière también fueron pioneros en eso. Por esa razón, más allá de sus filmes como directores, quise incluir el trabajo de todos esos operadores a los que desplazaron por el mundo en busca de imágenes”.
JAIME IGLESIAS