"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Adrián Biniez acaba de poner los pies en el suelo de Donostia como quien dice. Solo lleva tres horas en la ciudad y nosotros somos su primer “espectador”. Nos confiesa que la primera entrevista siempre es la más difícil y la más bonita a la vez y que, seguramente, de aquí a 7 meses recordará con una sonrisa esa respuesta que nos dio a esa pregunta de aquellos días por San Sebastián.
Está feliz de estar aquí y de presentar su película a la ciudad que ya lo había acogido otras veces. Confiesa que no sabe cómo reaccionará la gente a Las olas, su film, pero añade que “las películas buscan su público solas. Yo la ayudaré, pero eso ya es cosa suya”. Podríamos decir que es una película fácil, pero mentiríamos. Fácil de ver sí, pero sería menospreciarla catalogarla así. Las olas va más allá de lo tangible: “Tenía muy claro que quería que el espectador no supiera si el protagonista vivía un sueño, un viaje en el tiempo, un recuerdo o una duermevela” y sigue: “Mi película anterior era muy realista y quería romper con ello y ofrecer cambios de tonos en este nuevo film”.
En el largometraje, Alfonso, el protagonista, experimenta un viaje a lo largo de las vacaciones que ha vivido en diferentes épocas de su vida. Todo empieza cuando un día cotidiano se sumerge en el mar y aparece en una playa diferente. A partir de ahí, todo vale: Alfonso en las vacaciones de su infancia, Alfonso en una playa en su adolescencia, de acampada con dos novias diferentes en el mismo lugar… una apuesta “antinatural”, define Adrián. El directo añade que la película está inspirada en “las novelas de aventuras”, haciendo homenaje al primer libro que alquiló en la biblioteca a los nueve años: “La vuelta al mundo en ochenta días” de Julio Verne.
En mitad de nuestra charla, se acerca un miembro del Festival y saluda con cariño a Adrián: “Ves. Esto es San Sebastián. No hay Festival igual”.
M.A.