"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Natalia no recuerda cuándo fue la primera vez que su padre la llevó a pescar por los parajes de Argentina. En su familia la pesca se enseña de generación en generación y en su caso no fue distinto. Quizás Temporada de caza es un homenaje a dicha tradición que les acompaña desde siempre. Sin embargo, para esta película, Natalia Garagiola, directora del film, decidió decantarse por la caza: “La pesca es un deporte demasiado estático. Necesitaba una actividad con más movimiento. Imagínate a Ernesto y Nahuel con una caña de pescar y el más absoluto silencio. Sería demasiado duro”.
Y es que de silencios va la historia. Natalia se centra en esos largos e incómodos suspensos que habitan en las relaciones humanas. En este caso, entre padre-hijo, sin centrarse en una trama habitual. “Sabía que podía tener el riesgo de caer en lugares comunes todo el tiempo, los estaba bordeando pero sin llegar a tropezar con ellos”.
En Temporada de caza, la relación entre Ernesto, protagonizado por Germán Palacios, y su hijo Nahuel, papel del actor Lautaro Bettoni, es nula hasta que muere la madre del joven y éste viaja a la Patagonia, donde reside el padre, para cumplir la última voluntad de su madre: Su reencuentro. Los acontecimientos que van sucediéndose no están exentos de tensión, tristeza y hostilidad. El espectador vive la incomodidad de cada escena protagonizada por padre e hijo. Nahuel se encierra en sí mismo y no permite que su padre, un respetado guía de caza de la zona, traspase la barrera que ha creado contra él, “no quiere sumar más afectos a su vida porque cree que si lo hace puede perderlos”. De hecho, Nahuel transmite esa sensación de joven incomprendido, violento, irrespetuoso, cuando en realidad es frágily sentimental y su único objetivo es ubicarse, intentar construir el árbol genealógico que siempre ha permanecido suspendido en el aire en el que su padrastro, protagonizado por Boy Olmi, es el único presente.
No podemos obviar uno de los personajes principales de la película: San Martín de los Andes. Natalia consigue transmitirnos las sensaciones de Nahuel a través de unos parajes de infarto. “El tratamiento que hicimos sobre el espacio está creado ara que cada vez que Nahuel saliera al exterior fuera una amenaza. Además, cuando nos decidíamos por un plano general pretendíamos transmitir la claustrofobia que sentía el personaje a pesar de la inmensidad del paisaje”.
Garagiola llega radiante tras ganar el Premio del Público en la Semana de la Crítica de Venecia. Sobre el futuro de su película confiesa que “una vez que se estrena ya no te pertenece,así que le deseo lo mejor, siento que va a tener un buen recorrido de festivales”. Para acabar, nos confiesa que el Festival de San Sebastián “es el más feliz del mundo” y añade: “Me siento muy arropada por el Festival y la ciudad. ¡Incluso saben mi nombre, que eso muchas veces no pasa!”. Ahora, solo nos queda esperar a su siguiente largo que, por suerte, está de camino.
MARÍA ARANDA