"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La primera vez que vino al Festival, Emma Suárez era apenas una adolescente. Lo hizo para presentar Memorias de Leticia Valle, el primer largometraje que protagonizó: “Se proyectó en Zabaltegi –recuerda con una mirada iluminada de nostalgia– y desde entonces no sé ni las veces que he estado aquí. He vuelto de la mano de Imanol Uribe, de Isabel Coixet, de Pilar Miró, de Gutiérrez Aragón… Pero además del Festival me unen muchas cosas a esta tierra, rodajes, con Medem, con Gorka Merchán, algunos paseos inolvidables por la parte vieja con grandes amigos… Siempre digo que venir a San Sebastián es como regresar a casa”.
Le faltaba volver como jurado: “Hace años ya me lo ofrecieron, pero en aquellos momentos no estaba disponible en ningún sentido. Me podía la presión. Ahora, sin embargo, la presión es algo que me motiva”. La actriz asume el plus de responsabilidad que conlleva el valorar el trabajo de otros compañeros de profesión; sin embargo, para ella el hecho de ejercer de jurado “es una excusa para establecer un espacio de encuentro con personas de otras latitudes con los que comparto no solo un oficio sino también una pasión”. No obstante, Emma Suárez reconoce que a la hora de valorar una película pesa más su mirada de espectadora que su faceta profesional: “Me gusta dejarme sorprender y por eso valoro mucho aquellas películas que me dejan poso, que permanecen en mi memoria, horas, incluso días, después de que las haya visto, películas que te empujan a reflexionar, que te invitan a dialogar sobre ellas. Ese es el tipo de cine que más me interesa”.