"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La necesidad de exiliarse, de huir de los Estados Unidos para no tener que declarar ante el Comité de Actividades Antiamericanas que, como a tantos otros artistas del mundo del cine en los comienzos de los años 50, lo acusaba de pertenencia al Partido Comunista, supuso una obligada transición en la que sin embargo no se resintió especialmente su cine. La huella del autor que era, ya bien forjado desde sus inicios, permanece durante un periplo que le lleva de la despedida de Estados Unidos con la estupenda The Big Night (1951) y la escala en Italia con Stranger on the Prowl/Imbarco a mezzanotte (1952) antes de instalarse en el Reino Unido, hasta el punto de ser considerado a menudo como un cineasta genuinamente inglés.
The Big Night sería la última de esa primera tanda de películas estadounidenses en la que los conflictos de carácter social se combinarían con las relaciones personales, y aquí de forma especialmente íntima. La figura del padre ausente, y el hijo traumatizado de algún modo por las actuaciones de su progenitor, que luego figurarían en Tiempo sin piedad (1957), toman aquí el punto de vista del chaval, en un coming of age que tiene lugar principalmente a lo largo de una noche, símbolo del recorrido del infantilismo y la cobardía a la acción y el enfrentamiento al tirano que maltrata a su padre, aunque el proceso sea doloroso. El propio Losey, frágil y enfermizo en su niñez frente a la fortaleza de un padre casi obsesionado con el deporte, estaba marcado por la ausencia de su progenitor, que murió cuando él era un adolescente. Quizá puedan detectarse huellas personales en el guion que el cineasta elaboró a partir de una novela de Stanley Ellin y con participación de otro gran escritor adscrito al cine de la época, Ring Lardner Jr.
El detonante es el momento en que George (interpretado por un jovencísimo John Barrymore Jr., padre de la actriz Drew Barrymore) ve cómo un influyente y despiadado periodista de la ciudad entra en el bar familiar, humilla a su padre y le da una paliza con su bastón, sin que el padre haga ningún gesto de oposición al castigo. La averiguación de los motivos de semejante claudicación lleva a George a intentar tomarse la justicia por su mano. La constante presencia de espejos que enfrentan al joven con su aún inestable personalidad (y que serán tan constantes e importantes en orden establecido. Y desde esta perspectiva, es obvio que Bogarde, en la primera de sus cinco colaboraciones con Losey, cumple a la perfección su cometido. En El tigre dormido, como escribía Joan Lorente Costa, “Bogarde tuvo la oportunidad de demostrar que era bastante más que un tipo escurridizamente simpático o sensiblemente –casi enfermizamente–romántico, al tiempo que propinaba un susto a sus admiradores, nada acostumbrados a este tipo de malabarismos: en un patodo el cine de Losey) y un cierto tono de rebelde sin causa en el personaje y su periplo, cuatro años antes del film de Nicholas Ray, son algunos de los muchos puntos de interés de The Big Night.
El look de Imbarco a Mezzanotte, impregnada del neorrealismo que había surgido en la Italia de los años anteriores, parece una ruptura radical con su periodo estadounidense. Sin embargo, en esta doble historia de un niño que se siente un delincuente por haber robado una botella de leche un emigrante perseguido tras ser descubierto como polizonte en un barco, con su apuntada conexión paterno-filial, continúan la elaborada puesta en escena que Losey ya había desarrollado en sus anteriores filmes (y con una fotografía excelente de Henri Alekan) y la fuerza de los personajes que tratan de sobrevivir en un entorno hostil. A destacar la actuación de un Paul Muni también alejado de su país y de su pasado en el cine negro (Scarface) y en películas biográficas sobre Louis Pasteur y Emile Zola.
RICARDO ALDARONDO