"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Los 150 años que figuran en el título de la película son la suma de dos vidas largas y precarias. Un anciano, enfermo y consciente de que ya le queda poco de vida, se ve todavía a sus 90 años en la obligación de seguir cuidando en su pequeño piso del sur de Beijing de un hijo con discapacidad mental, muy envejecido también, incapaz de valerse por sí mismo desde niño. Ante el conflicto que le representa el no saber qué ocurrirá cuando él ya no esté, y teniendo en cuenta que sus otras hijas, lejos de ayudar, los ven como un estorbo, se plantea tomar una decisión drástica…
Como se deduce del argumento, 150 Years of Life es una cinta sobre circunstancias duras pero muy reales. Incluida en la sección Nuev@s Director@s, se trata del segundo trabajo del director chino Liu Yu, quien escribió el guion a partir de una noticia que leyó en internet, en la que se explicaba cómo un hombre con cáncer había envenenado a su hijo dependiente porque nadie iba a poder cuidar del mismo. Investigando más sobre esta cuestión, descubrió que casos similares son bastante frecuentes en China, un país donde la protección social y las políticas de bienestar son bastante deficientes, en opinión del cineasta.
La película tiene ese componente de denuncia, pero también una mirada muy humanista, preocupada por los más indefensos, y que apela directamente a las personas. “Quiero despertar en los espectadores el sentido común y que se pregunten por qué están pasando cosas de este tipo”, indica el realizador.
Y es que para este cineasta, se está perdiendo en buena medida la perspectiva de lo que realmente es importante. Reconoce que inevitablemente las necesidades económicas condicionan nuestras actuaciones, pero le parece preocupante que se esté dando prioridad a lo material antes que a lo personal, lo cual provoca que los lazos familiares se estén rompiendo. “Puede haber muchos condicionantes, pero al final somos nosotros los que decidimos”.
Por eso su mirada es pausada, atendiendo a los detalles, a los pequeños actos de los personajes, a su cotidianeidad. Liu Yu hace un cine con vocación realista, que busca la verdad del día a día en sus imágenes. Y en última instancia, deja que sea el propio espectador quien complete el mensaje. De hecho, en contraste con la historia real en la que está basada, en la película los desenlaces quedan más abiertos. “No me interesa cerrar. Lanzo la pregunta: ¿tú qué harías? Prefiero dejarlo ahí”.
GONZALO GARCÍA CHASCO