"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Cineasta prolífico, heterogéneo y curioso por naturaleza, François Ozon (ganador de la Concha de Oro en 2012 con su película Dans la maison) es de esos directores que desafían cualquier tentativa de encasillamiento. No solo es capaz de moverse con idéntica destreza en los registros más dispares sino que su cine resulta una amalgama de géneros, tonos y enfoques diversos que hace huir a sus narraciones del lugar común.
Frantz, su última propuesta, es, en apariencia, un drama post bélico donde resuenan los ecos de la I Guerra Mundial y las cicatrices que aquella contienda dejó en el alma de los pueblos, especialmente en franceses y alemanes, cuya recíproca hostilidad se sostuvo sobre los rescoldos de una identidad herida. Pero es también una historia sobre el amor, o sobre la imposibilidad de amar o sobre cómo los prejuicios, por un lado, y la dificultad de pasar página frente a los hechos consumados, por otra, terminan por intoxicar cualquier tentativa de reconciliación basada en los afectos.
Con una prodigiosa fotografía que juega con el blanco y negro y el color para ilustrar lo arbitrario que resulta el paso del tiempo en la memoria de los personajes y, sobre todo, los estados de ánimo que en ellos genera la construcción de sus propios recuerdos, Frantz es una pieza de orfebrería fílmica donde sus personajes se manifiestan a partir de una ausencia, la del personaje que da título a la película.
JAIME IGLESIAS