"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La escritora y guionista Iratxe Fresneda se asoma por primera vez al Zinemaldia con Irrintziaren Oihartzunak, un retrato del exilio creativo de Mirentxu Loyarte, una de esas valientes pioneras del cine europeo que residen en el anonimato y que, a pesar de los proyectos inacabados, nunca ha dejado de ser cineasta.
Hace ya nueve años, uno de esos días en los que Fresneda estaba en los archivos de la Filmoteca Vasca y se encontró con Irrintzi de Mirentxu Loyarte y automáticamente se preguntó, quién era esa mujer y cómo era posible que las nuevas generaciones no la conocieran. Ya desde el primer momento, su obra le pareció francamente interesante, muy moderna y valiente para aquella época y muy experimental. Así que decidió analizar qué había detrás de su obra. Otros proyectos hicieron que tuviera que demorar este, pero años después Josean Fernández, director de la Filmoteca Vasca, se puso en contacto con ella pidiéndole que hiciera una especie de mapa de las cineastas vascas y se dio cuenta de que Mirentxu volvía a tocar a su puerta.
En un comienzo, le costó convencerla y eso se ve reflejado en el documental, “no es amiga de la esfera pública, porque es una mujer discreta, pero supongo que su amor por el cine, –porque como ella dice, sigue haciendo películas en su cabeza–, le acabó de convencer. Es que ella prefiere el proceso cinematográfico antes que la exposición pública”, dice Fresneda.
Al hablar sobre los motivos del exilio político que sufrió la protagonista, Fresneda cuenta que hay material que no se ha montado, que está guardado. Lo que querían era visibilizar el trabajo de una mujer cineasta y hacer un retrato impresionista. No dar todas las respuestas, ni siquiera sobre el personaje, ni sobre su obra. “Es algo más que un documental de entrevistas, deja muchas vías abiertas, se habla mucho de cine, de los formatos, del proceso, y todo eso se relata en la película y el diálogo. Mirentxu sigue escribiendo, y muy bien por cierto, pero los exilios, continuados y repetidos, fueron no solo vitales y políticos, sino personales y profesionales. Supusieron la interrupción de su carrera cinematográfica. Y es que Mirentxu estaba continuamente en movimiento de un lugar a otro. Cuando comienza la efervescencia del cine en Euskadi en los años 80, ella se vuelve a marchar y deja proyectos como la adaptación del guion de las ‘Carabinas de Gastibeltza’ de Mark Légasse”, añade la escritora.
Junto a ella, la nueva realizadora ha descubierto otras cosas sobre el mundo del cine y sobre la vida, aunque Fresneda intenta siempre separar el personaje de su objeto de estudio, “ya dijo alguien que las obras terminadas ya no pertenecen al autor”.
NORA ASKARGORTA