"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El realizador mexicano Amat Escalante regresa a Donostia con su último largometraje, que logró el León de Oro al Mejor Director en el pasado Festival de Venecia. Después de Sangre, Los bastardos y Heli, Escalante se sale del cine realista y cambia de registro para acercarse al terror, su género favorito. Katrin Pors, productora de la película, destaca la valentía del director “que asumió el reto de hacer algo distinto, pero a la vez muy Amat”. Pors, representante de la productora danesa Adomeit Films en la primera coproducción MéxicoDinamarca, explicó en Donostia el feliz encuentro entre el guion de Escalante y parte del equipo del realizador Lars von Trier: el fotógrafo chileno Manuel Alberto Claro y su supervisor de efectos especiales Peter Hjorth, lo que signifi có que la posproducción se hiciera en Dinamarca. En el filme, los protagonistas se dejan seducir por una criatura que produce placer y muerte a partes iguales. “La creación de ese personaje, de esa criatura, fue interesante y divertido, y partes de ella se hicieron realmente y otras se integraron en la posproducción”. El rodaje se desarrolló en Guanajuato, ciudad natal del realizador y “el elenco está compuesto por actores noveles o con muy poca experiencia, pero con un resultado expresivo magnífi co, en el que destacan Ruth Ramos y Simone Bucio”. El resultado es “un experimento arriesgado, que denuncia la doble moral de la sociedad mexicana con el sexo y con la homosexualidad”, añade Katrin Pors.
La película dio que hablar en su presentación en Venecia. “Teníamos claro que iba a dividir al público –explica– y puede gustar o no, pero su calidad fue premiada y consigue provocar y no dejar a nadie indiferente, y ése es para mí uno de los valores de hacer cine: conseguir que hablemos y refl exionemos”.
PILI YOLDI