"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Porto es una película profundamente melancólica sobre dos personas heridas, Jake y Mati, marcadas por el recuerdo de un pasado encuentro en la ciudad de Oporto que todavía afecta a sus vidas. El conflicto entre la individualidad que buscamos mantener y la necesidad, a veces desesperada, de estar con alguien, es puesta en primer término en la segunda película del director de origen brasileño afincado en Chicago, Gabe Klinger. “No queremos estar solos, pero al mismo tiempo queremos conservar nuestra parcela individual. Sin embargo, en nosotros conviven ambas facetas y eso se muestra en la película”, explica el cineasta.
Jake y Mati se encuentran en un momento muy concreto de sus vidas, inmersos en un caos emocional al que tratan de poner algo de orden. De ahí la fuerte conexión que sienten en una sola noche, y los efectos que ese encuentro deja después sobre ellos. Por eso también es una película sobre el recuerdo, sobre cómo nos afectan los acontecimientos pasados y sobre el modo en que los manejamos en nuestra memoria tratando de buscar sentido. “Tenemos que vivir todos los días con los fantasmas del pasado”, indica Klinger, para quien la sensación de fatalismo que encierra esta historia, de que lo que ocurre se escapa a nuestra capacidad de elección, no es sino el modo en que los propios personajes tratan de explicarse a sí mismos.
También el sexo mostrado en la pantalla tiene un sentido. Para el director, “la atracción sexual es uno de los grandes misterios de la vida”. La fuerte conexión entre los personajes se traduce en una relación sexual intensa, que seguramente es consecuencia de las propias necesidades de los personajes, quienes tienen que expresarse “no sólo con palabras, también con sus cuerpos”.
Porto ha contado con la producción ejecutiva del director Jim Jarmush, todo un icono del cine independiente americano, que fue siempre un apoyo y un consejero creativo para Klinger en la gestación de un filme con el que su autor aspira sobre todo a provocar debate. “Me gusta el cine que da que hablar al salir de la sala. Y eso es algo que veo que ocurre mucho en San Sebastián. Me encanta”.