"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
En 1983, en una aldea de la montaña del Oriente de Cuba, una joven campesina que trabaja en una granja estatal, es enviada a vigilar a Andrés, un escritor homosexual considerado desafecto a la Revolución. Los tres días que pasan juntos y la relación que se establece entre estas dos personas muy diferentes y de ideologías opuestas, da pie al realizador Carlos Lechuga para elaborar un filme que quiere ser un alegato en favor del respeto y la tolerancia pues, a su juicio “la amistad salva cualquier distancia política”.
Lechuga (La Habana, 1983) explicó ayer en la presentación de su trabajo que “tras ver algunos documentales sobre la represión contra los intelectuales gais en Cuba empecé a investigar sobre artistas cubanos que hubiesen sufrido la censura, la separación o la prisión”. Así surgió su primer largometraje, Melaza, galardonada como mejor película en el Festival de Málaga en 2013. En ese tiempo, relató el director, viajó y pudo “conocer a varios artistas de la generación del escritor Reynaldo Arenas, sobre el que Schnabel y Javier Bardem ya han hecho Antes de que anochezca, por lo que preferí centrarme un poco más en los amigos de Reynaldo y en otros escritores cubanos que murieron en el exilio, o dramaturgos y escritores desconocidos que no pudieron llevar a cabo su obra en paz”.
La cinta está protagonizada por Lola Amores y Eduardo Martínez en los papeles de Santa y Andrés. La actriz explicó que se inspiró en las personas del campo cubano, concretamente en las mujeres de su familia, y en cómo muestran y contienen sus emociones, reparando especialmente en cómo pueden ser manipuladas.
“La película es crítica, por supuesto, tiene mucha política”, subrayó Carlos Lechuga, pero “lo que realmente nos interesaba era mostrar el tema desde la condición humana. En Cuba hay muchas divisiones de pensamiento y la película también va un poco de eso, porque las ideologías que se van al extremo separan y hay que abrirse al amor y a entender al otro, respetar lo que piensa y tratar de vivir en paz.”
Sobre la acogida que el filme tendrá en su propio país, Carlos Lechuga confesó su expectación por conocer la reacción del público cubano cuando Santa y Andrés se estrene en la isla en el Festival Internacional de Nuevo Cine Latino que se celebrará en diciembre en La Habana. “Últimamente las cosas en Cuba están cambiando muy rápido –apuntó– y somos optimistas y esperamos que la pongan; vamos a ver qué pasa y si la gente se siente reflejada con lo que contamos”.
Después de Toronto, San Sebastián es el segundo lugar donde se exhibe el filme, que logró el premio de guion de la SGAE en España.
PILI YOLDI