"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Une jeunesse allemande, documental sobre la Fracción del Ejército Rojo, fue uno de los largometrajes más laureados del año pasado. Entre los múltiples festivales a los que concurrió estuvo el Zinemaldia –donde se presentó en Zabaltegi–. Desgraciadamente, su director, el joven Jean-Gabriel Périot, no pudo acudir al Festival y por eso este año se confiesa “emocionado por la respuesta que he percibido en el público tras las proyecciones de Lumières d’été”. Se trata del segundo largometraje de su autor y en él, como en su anterior trabajo, aborda cuestiones relacionadas con la representación de la historia: “Hablar del pasado me permite contar el presente, es el único modo que conozco para confrontarme con el mundo actual. También me sirve para entrar en discusión con la historiografía oficial donde a menudo se omiten pequeños detalles, pequeñas historias, que ayudan a una mejor comprensión de los hechos acontecidos”, comenta Périot.
La película que le ha traído este año a Nuev@s Director@s narra el regreso de un cineasta japonés a su país de origen para realizar un documental sobre Hiroshima y que al hacerlo vive una situación de bloqueo creativo del que sólo saldrá dando un paseo con una joven que le va acercando a la otra cara del relato histórico: “En cierta medida la película habla del sentido de la responsabilidad de los cineastas. Dicho esto, no es que me reconozca demasiado en el protagonista, igual hace diez años sí me hubiera sentido más identificado con él. Lo relevante, en cualquier caso, es intentar no incurrir en la mirada turística en el intento de acercarse a la verdad de los hechos”. En este sentido Périot reconoce que el cine es un lenguaje universal y que “en las emociones hay un componente irracional que nos permite empatizar con otras culturas”, justificando así su interés por explorar, a través de sus películas, la historia de otros países.
JAIME IGLESIAS