"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La sensibilidad demostrada por J.A. Bayona en A Monster Calls, su tercer largometraje tras El orfanato y Lo imposible, provoca una emoción sostenida en la audiencia si hemos de atenernos a las reacciones y comentarios que suscitó la conferencia de prensa posterior a su proyección ayer en el Kursaal. La mayoría de los presentes, y así se lo hicieron saber al cineasta catalán, consideran este filme el más sencillo y a la vez complejo de cuantos integran su filmografía. “Lo cierto –dijo su autor– es que es una película con muchas capas, plantea muchas cuestiones de gran potencial dramático de manera simultánea y el reto fue encontrar un equilibrio para que ninguno de esos temas se llevase la película por delante”. Haciendo un símil con el niño protagonista de la película, Bayona afirmó que “al igual que Conor, mi desafío como cineasta es encontrar la verdad”.
La búsqueda de ese equilibrio que, según confesó el director, terminó por consumarse en la sala de montaje, presidió también el trabajo con el compositor Fernando Velázquez, autor del score de la película: “Me encanta el trabajo que ha hecho Fernando, es una partitura muy contenida. Esa era la idea que manejamos cuando fuimos construyendo la banda sonora hasta el punto de decidir que en los momentos de más potencial dramático lo que se escuchase fuera el silencio”.
ASUMIR LAS CONTRADICCIONES
Esa idea de fortalecer la parte enigmática de una historia sobre terrores infantiles secretamente guardados en el fondo de nuestra alma, fue la que desaconsejó a J.A. Bayona hacer un filme donde el componente emocional fuera demasiado explícito: “A pesar de ser una historia con varios niveles de lectura, hemos querido hacer un filme que fuera accesible y a la vez misterioso”. Sobre esta idea incidió Patrick Ness, autor de la novela en la que se inspira la película y guionista de la misma: “El pequeño Conor no puede aguantar el dolor que le embarga pero, a su vez, tampoco se ve capaz de expresarlo, lo que en sí mismo constituye una contradicción. Y de eso va esta película: de cómo uno se convierte en adulto cuando asume que tiene que convivir con sus propias contradicciones”.
Bayona quiso recalcar la suerte de haber podido contar con un reparto de lujo. En este sentido destacó la labor de Liam Neeson (quien presta su voz y fisonomía al monstruo del título mediante un trabajo realizado con técnicas de emotion capture) y de la flamante Premio Donostia, Sigourney Weaver: “Ella era ideal para el personaje porque aparte de fortaleza transmite la sensibilidad que subyace siempre bajo toda coraza”.
JAIME IGLESIAS