"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Este es un día en el que el cine realizado y protagonizado por mujeres tiene, por suerte, una importante presencia dentro de la Sección. Además de la coproducción franco-israelí Bar Bahar (M. Hamoud), se estrena la ópera prima de la realizadora de origen rumano Alexandra Balteanu: Vanatoare, algo así como “la caza”.
La acción gira en torno a tres mujeres de la periferia. Son mujeres con muy pocos recursos que viven en situaciones precarias, rodeadas de un ambiente hostil, que se ven obligadas a ejercer la prostitución. Y es que a Lidia, la cría de palomas no le da para vivir. Denisa, a su vez, necesita dinero para hacer un regalo a ese novio que tampoco la trata muy bien. Por último, la más joven, Vanesa, sueña con encontrar entre los clientes al hombre de su vida.
Una historia que narra sin tapujos la realidad de estas tres mujeres. Ellas reivindican su puesto como única salida a una vida anclada en un ambiente machista, reflejo de la realidad de otras tantas mujeres que a lo largo y ancho del mundo viven la misma situación.
Durante la mayor parte del filme, Balteanu sitúa la cámara debajo de un puente de un barrio céntrico donde el trafico no cesa y el constante ruido de los motores resulta insoportable, para hacernos testigos directos de las largas y poco fructíferas horas en las que las tres mujeres, interpretadas con mucha naturalidad por Corina Moise, Iulia Lumanare y Iulia Ciochina, intentan captar algún que otro cliente. Sin duda resulta un decorado incómodo, tan frío como desolador. Un ambiente hostil que transmite con el solo hecho de colocar la cámara junto a ellas y grabarlas mientras se visten, hablan e intentan captar algún cliente. Y así pasan las horas. A cada rato son interceptadas por un grupo de policías que se acercan en una furgoneta y las intentan echar de “su sitio”.
Consciente del trato vejatorio que injustamente reciben por su parte, Balteanu arpovecha para denunciar el abuso policial al que se ven sometidas diariamente estas mujeres.
ANE MUÑOZ