"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Con los versos del poema “América, no invoco tu nombre en vano”, del “Canto General” de Pablo Neruda, Gael García Bernal dedicó a su tierra el “Premio Jaeger-LeCoultre al Cine Latino” que recibió ayer noche en el teatro Victoria Eugenia. El actor mexicano recogió el galardón de manos de Laurent Vinay, director internacional de comunicación de Jaeger-LeCoultre, después de una introducción del director Pablo Larraín, en la que éste definió al actor como alguien “potente, complicado, comprometido y poseedor de un gran misterio”.
Tras afirmar que el cine latino es “el mejor del mundo”, quien encarnara al Che Guevara en Diarios de motocicleta pronunció un discurso que pasó de lo evocador de sus años de infancia y juventud a lo reivindicativo, con palabras de amor a América Latina, continente que, dijo “vive momentos convulsos y angustiosos” que tendrán como consecuencia “la destrucción del medio ambiente”. “Se destruyen las fronteras de lo humano y se construyen otras fronteras en la Tierra”, denunció.
Esta es la tercera visita de Gael García Bernal al Festival, después de que llegara aquí con su primera película, Amores perros, seleccionada en 2000 en Zabaltegi, y repitiera al año siguiente con Y tu mamá también, de Alfonso Cuarón, y Vidas privadas, de Fito Páez.
De todo esto se acordó ayer en la rueda de prensa que ofreció horas antes de recibir el premio, aquejado todavía del fuerte jet lag que le había dejado el vuelo transoceánico. “Vengo como un zombie”, avisó. “San Sebastián me apasiona, posee la medida perfecta, me fascina, no sé qué tiene, pero me prendó desde la primera vez que vine. Me gustaría vivir acá más tiempo”.
Echando una mirada retrospectiva a su carrera, dijo sentirse especialmente orgulloso de haber impulsado el festival de documentales Ambulante de México, que salió “de un impulso juvenil y contestatario” y al que hoy en día acuden más de cien mil espectadores. “Teníamos 23 o 24 años. De todas las ideas que tuvimos en esa época, fue la única que funcionó, seguramente porque tenía razón de ser”.
El protagonista de la exitosa serie televisiva “Mozart in the Jungle” habló mucho del sentimiento de “familia” que se vive en el cine latinoamericano y de la “cultura de la amistad. Es como una cofradía que te cuida y te ayuda todo el tiempo. Creo que una de las razones de que hagamos películas es el acto fraterno, la necesidad de hacernos compañía”.