"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El surf y el skate van a ser nuevos deportes Olímpicos en Tokyo 2020, el snowboard lo fue hace 18 años. La noticia ha sido acogida con alegría por un lado y escepticismo por otro. Y es porque la etiqueta olímpica marca la frontera entre lo independiente y lo popular.
En 1953 arranca el Zinemaldia. Por entonces, un pequeño grupo de avanzados ya surfeaba en Malibú, la ola perfecta que rompe justo donde desemboca Sunset Blvd en el Océano Pacífi co, en Los Ángeles. El skateboard lo inventaron esos mismos surfistas para practicar los días sin olas.
En 1959 Hollywood lanza la película Gidget, y lleva el surf y su subcultura al gran público americano. Para algunos como Miki Dora (icono rebelde del surf moderno) significa la muerte del deporte al vulgarizarse con la llegada, a las hasta entonces casi desiertas olas, de hordas de surfistas del interior.
Es 2016, y nuestro Festival lleva cinco años programando películas que cuentan desde dentro cómo se viven estos deportes, que son además estilos de vida. Surf, skate, snowboard, freeski, kayak, motos, wingsuit, BASE jump, alpinismo, escalada, han pasado por las pantallas de Donostia.
En las próximas Olimpiadas el público disfrutará en sus televisiones de la espectacularidad del surf y el skateboard. Los JJOO ganarán una audiencia joven, que necesitan para seguir siendo un evento universal relevante. Nuestros deportes han pasado, en sesenta años, de ser contraculturales a ser de masas. Esperemos mantener la esencia, en la práctica y en la forma en la que el cine, la televisión y los medios cuenten con respeto nuestros mundos.
SANCHO RODRÍGUEZ