"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Francisco Paesa se convierte en la película de Alberto Rodríguez, y bajo los rasgos de Eduard Fernández, en el hombre de las mil caras, una de las presentadas hoy en la Sección Oficial. En su caso fue para esconderse y evadir la justicia después de haber colaborado “a su manera” con el gobierno español en la lucha antiterrorista y de haber blanqueado el dinero sucio de Luis Roldán, el ex director general de la Guardia Civil. Un festival de cine también debe tener, por supuesto que por otros motivos, mil caras, mil opciones, películas de todas las tendencias posibles, autores, países, géneros, conceptos, duraciones y estilos. Es imposible satisfacer los deseos de todos los espectadores, pero se trata de intentarlo a partir de opciones diversas que ofrezcan una panorámica de lo que se cuece en el concierto cinematográfico. Los festivales de cine tienen esa misión, ineludible.
Detengámonos un momento en la sección Zabaltegi-Tabakalera, donde durante los próximos días van a convivir y competir cineastas tan distintos como Bertrand Tavernier, Terence Davies, Jim Jarmusch, Jeff Nichols, Jia Zhang-ke, Koldo Almandoz, Joao Pedro Rodrigues, Pablo Álvarez o Lav Diaz. Esta tarde, el espectador interesado en la historia del cine francés puede disfrutar de Voyage à travers le cinéma français, el filme con el que Tavernier rinde tributo a las películas de su país y a su propia memoria como espectador, recordando cuál fue la primera película que le impresionó realmente, Dernier atout, el primer largometraje de… Jacques Becker, el director al que Zinemaldia dedica su retrospectiva clásica. Así que al salir de la proyección del documental de Tavernier, nada mejor que desplazarse a los cines Príncipe, donde esta noche se proyecta el título más conocido, determinante y hermoso de Becker: Casque d’Or, la visión de los bajos fondos de París en 1900.
Jarmusch documenta la vida de un icono del rock, la iguana Iggy Pop, en Gimme Danger. Nichols hace cine independiente de ciencia ficción con Midnight Special. Davies, habitual en nuestro certamen, recrea con su tacto acostumbrado la vida de la poetisa Emily Dickson en A Quiet Passion. Almandoz invoca una historia de fantasmas y vampiros en Sipo Phantasma. Todo esto en las sesiones de hoy. La sección seguirá sorprendiendo en los próximos días con la historia de Filipinas según el reconocido Lav Diaz, una fabulación en formato corto de Bertrand Bonello, la comedia oscura de Todd Solondz o una reflexión producida por Jarmusch –de nuevo él, también productor de Porto, uno de los títulos que compiten en Nuev@s Director@s– sobre un poco conocido cineasta independiente, Howard Brookner, quien capturó la agitación del downtown neoyorquino de los primeros años ochenta.
Fuera de Zabaltegi, Los siete magníficos de Antonie Fuqua, Denzel Washington y Ethan Hawke. O Neruda de Pablo Larraín, que no es un western pero plantea ciertos aspectos en la vida particular del poeta Pablo Neruda como si así lo fuera. O Wo bu shi pan jinlian / I Am not Madame Bovary, que no es una adaptación de la novela de Flaubert, pero reivindica cosas parecidas.
Mañana más secciones, más películas.
QUIM CASAS