"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Durante la década de los treinta la labor cinematográfica de Jacques Becker está indeleblemente ligada a la filmografía de Jean Renoir. Becker forma parte de su equipo de dirección desde La Nuit du carrefour (1932) hasta La Marseillaise (1938), y la relación sobrevive incluso a la tensión provocada cuando Renoir asume plenos poderes en Le Crime de Monsieur Lange (1936), un proyecto surgido de la mano de Becker.
Pero estamos en plena eclosión del Frente Popular y las ideas surgen y se realizan de manera colectiva, sobre todo en el Groupe Octobre, brazo armado de la cultura proletaria en el que militan, amén de otros fugitivos del surrealismo, los hermanos Prévert. En su seno realiza Becker sus primeros pasos como director, incluida La Vie est à nous, una producción del Partido Comunista Francés con la vista puesta en las elecciones de 1936 y realizada colectivamente, bajo supervisión, de Renoir por Becker, Le Chanois, Unik, Brunius y Cartier-Bresson. Intentar deslindar la participación de cada cual en el resultado global sería complicado y sobre todo contradictorio, dada la voluntad común de una cinta deudora de la estética soviética, del reportaje de combate y agitación y del teatro épico de Brecht en la que se combinan viñetas satíricas, reportajes de actualidad, apólogos morales y consignas políticas.
Con la disparatada lógica de los vaivenes políticos, tras ganar las elecciones el propio Frente Popular prohibiría rigurosamente la película, y su negativo terminaría destruido durante la ocupación. Todos los materiales supervivientes provienen de una copia de proyección rescatada en la Unión Soviética.
Como obra de propaganda, La Vie est à nous resulta en ocasiones esquemática, pero también cuaja momentos de auténtica emoción, de lirismo frentepopulista e incluso de humor de buena ley. En cualquier caso, la cinta es un documento excepcional sobre una época de paro galopante, de prepotencia empresarial y de auge de la ultraderecha en toda Europa. Esos tiempos que parecían tan lejanos.
AGUILAR y CABRERIZO