"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Marea blanca, marea verde, Plataforma de Afectados por la Hipoteca, el movimiento de los Yayoflautas, la Solfónica… Son muchos los movimientos sociales que, enarbolando la antorcha que dejó prendida el 15-M, mantienen a la ciudadanía de este país movilizada. La idea de realizar una cartografía de ese activismo tan espontáneo y plural que ha prendido como una mecha a lo largo y ancho del Estado. Fue la que llevó al documentalista catalán Pere Joan Ventura a rodar No estamos solos, el filme que ayer presentó en el Festival en compañía de El Gran Wyoming, que compareció en tareas de coproductor. “Realmente mi contribución pasó por hacer un tema para la banda sonora y por publicar un libro con un título homónimo al de la película con cuyos royalties pude contribuir a su financiación”, comentó el showman.
Para El Gran Wyoming, sobran los motivos para justificar esta proliferación de mareas ciudadanas: “Vivimos una época de regresión donde, por primera vez en la Historia, una generación entera va a gozar de peor calidad de vida que la de sus progenitores”. Pere Joan Ventura, director del filme, se apuntó a ese argumento aduciendo que “ese retroceso en derechos es tal que si esta película la hubiéramos empezado a rodar un año después, con la legislación que tenemos ahora, igual hubiéramos terminado en la cárcel en virtud de la ley mordaza”.
Ambos coincidieron en que lo relevante del momento actual es que la ciudadanía está marcando la pauta anticipándose a partidos políticos y agentes sociales: “Eso se explica si atendemos a la flagrante dejación de funciones que ha habido por parte de los poderes públicos”, dijo Wyoming. En este sentido, Pere Joan Ventura cree que el hecho de que el activismo haya llegado a las instituciones a través de gobiernos municipales como los de Madrid o Barcelona, lejos de liquidar las movilizaciones en la calle, probablemente constituya un incentivo para quienes participan de estos movimientos. “Este documental pretende ser un homenaje a toda esa gente invisible que se implica desinteresadamente en lograr una sociedad más justa, algo que puede parecer un contrasentido en un mundo guiado por conceptos como competitividad y productividad”, dijo Wyoming, quien también acusó a los poderes financieros de haber perdido el pudor e ir a degüello: “Su objetivo pasa por crear un Estado del terror con una masa ciudadana paralizada por el miedo”.
Tanto director como productor señalaron que No estamos solos es una película incompleta y que en las más de doscientas horas de material rodado (finalmente se montaron ochenta minutos) hay material aprovechable para plantearse otros largometrajes.
J.I.