"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Por lo general, el ser humano odia rectificar, considera ese gesto como un síntoma de debilidad, se resiste a él con toda su energía. Todavía más si se trata de un artista, criatura caracterizada por un ego infranqueable que le impide reconocer su equivocación. Esa es una de las múltiples razones que convierten a United Red Army (2007) en una película fuera de norma. Su director, Koji Wakamatsu, había abrazado la lucha de la armada roja japonesa en clásicos como Ecstasy of the Angels (1972) o The Red Army/ PFLP Declaration of World War (1971). El movimiento perdió fuerza rápidamente hasta ser descabezado y vencido por las autoridades niponas. Con el paso del tiempo, Wakamatsu comprendió también que aquella afrenta revolucionaria tuvo demasiadas fisuras, llegó a un callejón sin salida. United Red Army es el relato de esa capitulación.
La película se articula como un docudrama en tres actos. El primero tiene un carácter informativo, poniendo en contexto la situación de la izquierda radical en los años 60 y primeros 70, mediante imágenes de archivo. El segundo muestra la dinámica agonizante y extremadamente autoritaria (lo que incluía purgas aleatorias de algunos de sus miembros) que la armada roja había tomado en su última fase. El último se centra en un episodio funesto de la historia japonesa, el incidente Asama-Sanso: en febrero de 1972 la policía rodeó a un grupo de terroristas que se había atrincherado junto a varios rehenes en un refugio cercano al Monte Asama. La violencia se desató en una batalla desquiciada, derramando la sangre de todas las partes sobre el fondo blanco de la montaña. La izquierda radical jamás pudo sobreponerse a este hecho.
Wakamatsu reconstruye esa trágica operación siempre desde el punto de vista de la armada roja, subrayando su consternación al observar la proximidad de la derrota definitiva. El rock electrónico y psicodélico del genial músico norteamericano Jim O’Rourke enfatiza el clima de convulsión y la energía caótica que Japón vivía en aquellos años. La crudeza de la imagen y el soberbio ritmo del montaje convierten a United Red Army en una experiencia turbadora, al mismo tiempo hipnótica y visceral. Se trata de una de las películas más sinceras y desprejuiciadas que se han realizado sobre el terrorismo, además de un ejemplo supremo de expiación cinematográfica.
JAVIER ESTRADA