"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Nacida en Barcelona en 1977, ha desarrollado su labor como crítica en publicaciones como “Fotogramas”, “El Confidencial” y “Rockdelux”. Miembro del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya-Sitges y comisaria de la muestra de cine independiente Low Cost (que se celebra desde 2012 en Barcelona), se confiesa expectante ante el momento de cambio que está viviendo el sector audiovisual.
Ese cambio de paradigma que se está dando hoy en el sector cinematográfico ¿resulta más apreciable en la obra de los nuevos realizadores?
En las óperas primas, por lo general, se suelen apreciar dos tendencias. Algunos directores apuestan por la repetición de modelos de representación ya existentes, supongo que con la intención de acceder a otro tipo de producciones de mayor rango. Otros cineastas, sin embargo, atendiendo a lo difíciles que están las cosas y a que alo mejor no tienen la oportunidad de volver a rodar, arriesgan mucho y buscan fórmulas originales que, además, construyen utilizando sus propias herramientas. Eso es algo, en principio, muy atractivo.
Intuyo entonces que ese tipo de propuestas son las que más le interesan.
Sí, pero no solo en la obra de los nuevos realizadores sino en cualquier película. Prefiero mil veces una obra imperfecta o fallida pero donde se perciba la intención de hacer algo novedoso o distinto, a una película formalmente irreprochable que me remita a n patrón narrativo recurrente.
¿Qué tendencias está apreciando en la selección de títulos que este año conforman la sección Nuev@s Director@s?
Me ha llamado la atención la uniformidad temática, por así decirlo. Muchas de las películas que compiten este año hablan de una juventud en lucha por ocupar su propio espacio en la sociedad. Si nos atenemos al momentoque estamos viviendo y a que muchos de estos realizadores son, efectivamente, jóvenes, supongo que es normal esta tendencia.
Como integrante de un jurado ¿se enfrenta a una película del mismo modo en que lo hacecomo crítica?
Yo la verdad es que ante todo soy espectadora y cuando he formado parte de algún jurado he intentado obviar mi labor como crítica y no pensar si tal o cual película puede resultar fácil o difícil para el público. Para valorar una película lo mejor es dejarte guiar por tu instinto, por tus emociones. A partir de ahí el fallo de un jurado depende mucho de que esas emociones sean compartidas, en mayor o menor medida, por todos los que formamos parte de él. Los jurados tienen una cosa maravillosa que es la diversidad de sus integrantes.
A pesar de su juventud, usted lleva acudiendo al Festival desde hace casi dos décadas ¿cómo valora la evolución del certamen?
En lo referente a Nue@s Director@s creo que fue una buena decisión darle autonomía a la sección sacándola de Zabaltegi, eso le dio una mayor visibilidad. No obstante, creo que los festivales deberían apostar de una manera mucho más resuelta por las óperas primas en su sección oficial en lugar de convertir ésta en una simple muestra de preestrenos. En San Sebastián, afortunadamente, esa tendencia se está revirtiendo.
¿Qué destacaría entonces de San Sebastián frente a otros festivales?
Fundamentalmente dos cosas. La primera ha sido la paulatina apertura que se ha venido dando hacia el cine de género, esto se ha destacado mucho últimamente y creo que ha sido un acierto. Pero también me gustaría alabar la voluntad del Festival por ir incorporando al certamen producciones más pequeñas, muchas veces incluso mínimas. Hay que tener en cuenta que el recorrido de este tipo de propuestas depende mucho de que los festivales apuesten por ellas.
JAIME IGLESIAS