"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La confederación de productores audiovisuales FAPAE ofreció ayer su tradicional rueda de prensa en Zinemaldia para valorar la situación del cine español, aportar los últimos datos económicos y, de paso, alertar del peligro de establecer un mercado único digital en la Unión Europea.
Ramón Colom, presidente de la confederación, empezó la rueda de prensa criticando al Festival de Cannes por no “saber encontrar películas españolas para la Sección Oficial”, en contraposición con San Sebastián, donde se exhiben 60, muchas de ellas en la principales secciones del certamen. “Debería caérseles la cara de vergüenza. Ellos sabrán si hacen una feria de todas las cinematografías o si son un lobby de poder para proyectar los filmes de sus amigos”, dijo.
Según los datos aportados por Joxe Portela, vicepresidente de FAPAE y presidente de IBAIA, se mantiene el número de producciones, ya que en lo que llevamos de año se han rodado 114 películas, de las cuales casi la mitad (52) son documentales. Lo que sigue bajando es la inversión presupuestaria, que ronda los 1,3 millones de euros por producto, cuando hace cinco años era más de 3,2 millones.
En cuanto a la taquilla, la recaudación general en los cines ha subido un 4%, situándose la cuota de pantalla del cine español en un 12% en lo que va de año. Aún quedan estrenos importantes, por lo que esperan que se supere el 20% de la cuota de pantalla. Los títulos españoles más vistos en 2015 han sido Perdiendo el Norte, Ahora o nunca y Atrapa la bandera.
El presidente de la FAPAE aseguró que “los filmes españoles encuentran su público y hay un buen ambiente en la industria del cine”, aunque acechan los problemas: “La Red se ha convertido en un espacio de impunidad y la televisión está sometida a la presión comercial”. La llegada de Netflix a España el próximo octubre y las nuevas formas de ver cine provocarán que la recién aprobada ley del cine “dé, como mucho, para dos años. Habrá que modificar el marco legal, porque hay nuevas maneras de ver cine”.
Según Colom, la clave está en que “los contenidos y los medios en donde se exhiben deben ir de la mano. En un futuro no muy lejano, una parte del cine deberá financiarse a través de tasas por conexión a Internet”.Junto a Colom y Portela, compareció Benoît Ginisty, representante de la FIAPF, quien advirtió del peligro que supone la decisión de la Unión Europea de adoptar un mercado único digital. “Es una amenaza histórica. Toda la economía del cine se construye alrededor del principio de territorialidad. La distribución de las películas está en juego”. Con la decisión de la UE, añadió Colom, “sólo se van a poder pagar la distribución de las películas plataformas como Netflix, Google o Amazon”.
K.A.