"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
A un ritmo trepidante y en menos de una hora consigue Carlos Rodríguez resumirnos la historia de un festival. Es #Jazzaldia50, documental que forma parte de la sección Zinemira y que recoge el medio siglo del Jazzaldia mediante los testimonios de algunos de sus protagonistas y las imágenes de extraordinarios conciertos. Es la iniciativa privada de un grupo de gente que nació siendo algo pequeñito y se ha convertido en algo grande. “Los que planifican el Jazzaldia desde hace años, son gente que ha sabido en todo momento adaptarse a los tiempos, tienen una asombrosa capacidad de actualizarse y conseguir que manteniendo un porcentaje elevadísimo de jazz, sea un festival con una amalgama de músicas increíble”, cuenta Rodríguez. De hecho, Ricardo Aldarondo lo dice en el documental: “El jazz es una mezcla de músicas que no tiene un origen concreto, ha ido incorporando de todo. Los músicos mezclan el jazz con el flamenco, con blues, con pop, con rock… ”.
El Jazzaldia es el festival más antiguo del Estado y está también entre los más veteranos de Europa. Todos los grandes nombres del jazz, sin excepción, han pasado por San Sebastián. “ Realmente el planteamiento era recoger la memoria emocional de la gente que ha vivido el festival, así que seleccionamos, junto con Miguel Martín y Jesús Torquemada, más de 50 personas de todos los ámbitos, periodistas, críticos, aficionados, músicos… Cada uno nos contaba sus vivencias y la historia va fluyendo porque no es una visión crítica de nada, sino una celebración pura y dura”, destaca el realizador.
Para llevar a cabo el documental,se han recuperado archivos gráficos y audiovisuales que permanecían, en muchos casos, inéditos. Carlos ha tenido que dejar mucho material fuera: “Afortunadamente, desde los primeros años, TVE decide venir a grabar esos conciertos, así que existe un archivo maravilloso desde el 67, y eso que también se han perdido archivos. Lo que no teníamos era material de alrededor del festival de jazz, así que como comenzamos el rodaje del documental justo antes de la edición 49, ese año decidimos grabar a todo el que viniera. Acudió gente fantástica y se prestó a todo. Nos contaron infinidad de anécdotas que no han cabido, esto daba para una miniserie”.
N.A.