"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Dentro de las cinematografías asiáticas, la filipina es en los últimos años una de las más atrevidas. Uno de sus mejores exponentes es Brillante Mendoza. El autor de Kinatay (2009) figura como productor ejecutivo de Swap, filme que consagra a Remton Siega Zuasola como el gran paladín del plano-secuencia. En este siempre complejo formato, en el que también han triunfado directores como Alexandr Sokurow (El arca rusa) o Alejandro González Iñárritu (Birdman), elaboró Zuasola su primer largo, Ang Damgo in Eleuteria Kirchbaum (2010). Y de nuevo en planosecuencia ha diseñado su tercera película, Swap, en la que plantea el dilema de un hombre que debe secuestrar a un niño para recuperar al suyo, también raptado.
Pero más allá de su virtuosismo técnico y del contundente conflicto dramático y ético que plantea, Swap parte de un concepto muy interesante: Zuasola se basa en lo que varias personas le han explicado sobre su propia desaparición, cuando era un bebé de dosaños. Él no tiene recuerdos de ese periodo, no sabe exactamente si fue secuestrado o se extravió. La desaparición se produjo durante un periodo convulso en Filipinas, poco antes de la revolución del poder del pueblo. Destaca igualmente la forma de utilizar la música (un sonido persistente y a bajo volumen), que le confiere un tono extrañamente inquietante a todo el relato.
Quim Casas