"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Cómo se agradece poder disfrutar de alguna que otra comedia durante el Festival. Y es que las comedias no abundan, y mucho menos entre las que participan en alguna de las secciones competitivas. Es el caso de esta pequeña pieza coral que nos viene de París.
Su director, Rudi Rosenberg, a quien hasta el momento solo conocíamos en su faceta de actor –interpretó al hijo de Victoria Abril en la aclamada comedia Mon père, ma mère, mes frères et mes soeurs… (Charlotte de Turkheim, 1999)– se introduce en las aulas de un instituto parisino para filmar su primer largometraje rodeado de estudiantes y en clave de humor. Benoit es el adolescente “novato” al que hace alusión el título. Recién llegado del campo, arranca el nuevo curso en una escuela de París. A pesar de su timidez y torpeza para acertar cómo acercarse a los nuevos compañeros –el primer día aparece en clase con un paquete de Ferrero Rocher, a ver si se gana al personal–, entablará una idílica amistad con Johanna y, poco a poco, se irá haciendo con su pequeño grupo de amigos. Le ayudará en este cometido su simpático tío, a quien interpreta el conocido cómico francés Max Boublil.
Es, en definitiva, una comedia simpática, entretenida, y sobre todo, brillantemente interpretada por un grupo de adolescentes que se muestran muy naturales ante la cámara. Todos y cada uno de ellos hablan como si no hubiera una cámara ni un equipo detrás; caminan a su aire, juegan y hacen el tonto; bailan, cantan, y sobre todo ríen, ríen mucho y de una manera contagiosa. Y cómo se agradecen en el cine unas risas reales, naturales, creíbles y auténticas.
Ane Muñoz