"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La novela gráfica “Psiconautas”, con guion y dibujo de Alberto Vázquez, cautivó a Pedro Rivero. Se conocieron y juntos dirigieron Birdboy, basado en el cómic. Arrasó por medio mundo y en 2012 obtuvo el Goya al mejor cortometraje de animación. Ahora llega el turno del largo basado en la obra que les unió creativamente titulada Psiconautas, los niños olvidados, una intensa historia con mucha carga poética y social. “La idea siempre fue hacer un largometraje y el corto nos sirvió como carta de presentación”, comenta Alberto. “Se mantiene la base, los personajes, la estructura y la historia, pero trasladar un cómic a largometraje te da para media hora, así que hay una amplificación de las tramas, pero sin traicionar el original”, añade Pedro.
Aunque trabajan en fantasía lo hacen con componentes reales, es fantasía realista y no han edulcorado la historia inicial, “quizás haya alguna parte más oscura en la película, pero los temas que tratamos, drogas, sexo… eso sigue igual”, cuenta el dibujante gallego. “La técnica sí que está más optimizada. En Birdboy era más sencilla, casi como si se tratara de marionetas. En el largo, todo lo que tiene que ver con la dirección artística, es más ambicioso”, dice el guionista de animación bilbaíno.
Entre la galería de personajes, destacan dos jóvenes insatisfechos, Dinky y Birdboy, ratita y chico pájaro, que ansían huir de un entorno asfixiante, de unas vidas opacas con un alto grado de alienación. En la animación siempre se han utilizado animales, lo que no es tan habitual es que hablen de temas tan duros. Ambos han querido utilizar una estética amable y atractiva que primero entren por la vista y luego lleven al espectador a otro sitio. “Es como si fuera una historia de adolescentes de instituto en un entorno hostil trasladada a dibujos”, cuentan.
Cuando hablan sobre el panorama de la industria de la animación están de acuerdo en que en este país no es habitual ese tipo de cine, pero creen que ha habido una apertura y cada vez hay más animación con temática adulta. “Y no es un tema exclusivo de la animación. Si haces cine al margen o no comercial, estás vendido a festivales. Aquí se hace mucho cine invisible y no sólo de animación. Este tipo de cine es comercial en Japón y en otros lugares especializados. De hecho, la película ya tiene distribución en Francia, porque allí existe este tipo de público”.
Creen que Psiconautas, los niños olvidados es una película de riesgo, pero si nadie asume esos riesgos, es difícil hacer películas diferentes. Es una apuesta desde el punto de vista creativo y desde la producción. Es la única forma de que la gente pueda disfrutar de productos diferentes. “Somos héroes”, dicen entre risas.
N.A.