"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La historia del cine está llena de lugares comunes. Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, una de las parejas de directores mejor compenetradas del cine clásico, a la altura de la formada por los británicos Michael Powell y Emeric Pressburger, han pasado a la historia por haber imaginado y materializado una de las mejores películas fantásticas de todos los tiempos, King Kong (1933). Pero además de la poética recreación que en los dominios del rey Kong realizaron del mito de la Bella y la Bestia, con paisajes dignos de Gustave Doré, Cooper y Schoedsack destacaron en su faceta aventurera. En esta dicotomía entre géneros, el fantástico y el de aventuras, más la línea divisoria que separa el documento de la ficción, se movieron siempre los dos directores. Así surgieron otros títulos igual de estimables: Las cuatro plumas (1929), El malvado Zaroff (1932), Una aventura en la niebla (1933), Los últimos días de Pompeya (1935), Dr. Cyclops (1940) o sus primeros documentales, Grass (1925) y Chang (1927), fundamentales por su libertad al encarar el documental antropológico.
La presente retrospectiva, compuesta por las catorce películas que realizaron juntos opor separado (la mayoría de las dirigidas ensolitario por Schoedsack estuvieron producidas por Cooper), más undocumental de Kevin Brownlowsobre Cooper, I’m King Kong!: The Exploits of Merian C.Cooper, quiere restituir el valor de estos dos pioneros más allá de la mítica King Kong. Su obra, como la de Werner Herzog, define la mezcla perfecta de cine y aventura, realidad y ficción. Cooper combatió en la Primera Guerra Mundial, escapó de un campo de prisioneros, realizó varios viajes a las islas del sur del Pacífico, participó en la creación de la línea aérea Pan Am, fundó una productora para desarrollar el Technicolor de tres tiras, creó otra con John Ford y fue uno de los artífices del Cinerama. Schoedsack sería operador de cámara en expediciones a las Galápagos y Etiopía, cubrió la guerra greco-truca de 1919 y realizó la fotografía de varios cortos cómicos de Mack Sennett. El cine como itinerario y conocimiento permanente, viaje y experiencia vital. Después, cada película que realizaron se convertiría en una odisea: filmando en escenarios de Persia y Sumatra o en decorados de Hollywood, estuvieron siempre muy cómodos dos hombres que hicieron del cine una prodigiosa aventura.
Quim Casas