"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Más de un periodista le recordó ayer a Imanol Uribe que hace tres años, en el marco del Festival, él mismo había asegurado no estar tentado de hacer una nueva película sobre las derivas de la violencia en Euskadi: “De hecho, este es un proyecto de hace casi veinte años que retomé en un momento de bloqueo creativo cuando me encontraba enfrascado en otra historia”. Sea como fuere, lo cierto es que Lejos del mar (que narra el encuentro fortuito de un etarra recién excarcelado con la hija de una de sus víctimas, testigo además del asesinato de su padre) fue saludada por buena parte de los periodistas presentes en la rueda de prensa como un regreso de Imanol Uribe a la senda de sus mejores trabajos. “Reconozco –dijo el director– que el tema que plantea la película resulta complicado y que puede generar un cierto nerviosismo en el espectador. Yo mismo sentí que con esta historia me adentraba en un campo minado. El desafío era sortear esos peligros huyendo de las implicaciones sociopolíticas y centrando la historia en las heridas que soportan los dos protagonistas. Estos personajes no pretenden ser ejemplo de nada pero si la película contribuye a generar debate, habrá merecido la pena”.
En este sentido, tanto Elena Anaya como Eduard Fernández reconocieron que su trabajo en el filme de Uribe ha constituido una de las experiencias más intensas que ambos han tenido a lo largo de su carrera: “Yo como actor no debo juzgar a mi personaje, me toca, en todo caso, entenderlo. Santi es un personaje que ha cometido un acto del cual se arrepiente profundamente, que le lleva a preguntarse si tiene derecho a ser feliz, a iniciar una vida nueva”, recalcó Fernández. Por su parte, Elena Anaya definió a su personaje como “una mujer adiestrada para salvar vidas que, sin embargo, no consigue salvar la suya”.
El tono seco y áspero que transmite la película fue una elección muy meditada por parte de Imanol Uribe: “De hecho tenía una banda sonora compuesta por Antonio Meliveo de la que decidí prescindir una vez vi la película terminada en montaje. Percibí que podían ser contraproducentes esos momentos de énfasis, esos subrayados que te procura una melodía cuando acompaña a las imágenes”. El cineasta concluyó la presentación del filme comentando que aunque asumía las razones de quienes prefieren que ciertas heridas permanezcan cerradas, en su caso creía positivo confrontarse y confrontar al espectador con temáticas como las que plantea Lejos del mar.
J.I.