"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Agustina Chiarino es una prestigiosa productora dedicada en cuerpo y alma a lo que le gusta. Originaria de Montevideo, empezó en el mundo de la imagen en México, realizando videos editoriales y artísticos con el documentalista Juan Carlos Rulfo. Tras continuar su formación en Barcelona, regresó a Uruguay donde comenzó su carrera como directora de producción: a Gigante (2009) de Adrián Biniez, premiada por partida doble ese año en la Berlinale sucedieron Hiroshima (2009) y 3 (2012) de Pablo Stoll, galardonada en Cannes, y Tanta agua (2013) de Ana Guevara y Leticia Jorge.
Chiarino es una asidua del Festival y ha visitado Donostia con varios de sus proyectos, muchos de ellos con una característica común: son óperas primas. “Es lo que más me interesa: siempre es difícil sacarlasadelante, la búsqueda de fondos, el recorrido por tantas puertas…, pero hay una energía en las óperas primas que adoro, una fuerza que después se va perdiendo poco a poco. Además de ser algo nuevo, está también la fuerza que ponen los realizadores para sacarlas adelante, esa energía que tienen dentro que yo la siento y me encanta. Antes de empezar, yo no solo miro un proyecto, miro también la persona que lo está haciendo, que nos invita a que nazca y que es capaz de contagiar esa fuerza al equipo, de aglutinar y de hacernos participar. Todo eso se multiplica en la primera película, luego en la segunda ya es más difícil”.
Este año Chiarino forma parte del Jurado de Horizontes Latinos y considera que, efectivamente, las cosas han mejorado mucho en el panorama de la cinematografía de América. “Para mí, lo más importante es que la variedad de propuestas que cada año llegan desde todos los países de Latinoamérica está consiguiendo que se caigan por fin las etiquetas. Se nos metía a todos en el mismo paquete de películas lentas y grises, de problemáticas muy autóctonas, y ahora está claro que somos muchos países, un continente entero y que hacemos documentales, dramas, comedias, cine indígena, indie… de todo”.
Agustina Chiarino fundó su propia productora, Mutante Cine, junto a Fernando Epstein, de la que han surgido títulos como El 5 de talleres (2014), también de Biniez, Historia del miedo (2014) de Benjamín Naishtat o Mi amiga del parque (2015) de Ana Katz.
Otro eje importante de su trabajo es la formación práctica en producción. “Hacemos capacitación desde hace años y nuestro proyecto principal es el Taller de Proyectos Puentes que desarrollamos con EAVE (European Audiovisual Entrepreneur), y donde somos la pata latina con esta organización de empresas audiovisuales europeas”. Además de la formación en el mercado internacional y en producción ejecutiva, además del contacto con profesionales del medio, el principal valor es –a su juicio– “el intercambio y los vínculos que establecemos y que muchas veces desembocan en proyectos que entran ya en la vía de la coproducción”. Entre esos nuevos caminos de la producción, Chiarino cita el valor de iniciativas como la de Cine en Construcción que, en su propia experiencia, suponen un importante espaldarazo para los proyectos aún no terminados. Cuando su todavía inacabada Tanta agua participó en la edición de 2012 “ fue una auténtica ventana para nosotros porque aquí nos vieron, aquí terminamos de cerrar muchas cosas y la visibilidad que dio a la película fue espectacular”.
Pilar Yoldi