Meru. Una montaña de más de 6.000 metros situada en la cabecera del río Ganges, en el Himalaya de Gharwal, en la India. Considerada sagrada en varias culturas, para los alpinistas de grandes paredes Meru es uno de los mayores iconos de la dificultad extrema. El documental narra una escalada única, en uno de los lugares más bellos del planeta, en la que se ofrece una visión poco habitual en las producciones de montaña sobre el tormento psicológico que supone para sus protagonistas cruzar la frontera de lo racional.

Para el alpinista norteamericano Conrad Anker, escalar el Meru se convirtió en una obsesión casi imposible de dominar y difícil de entender para quienes solo miden las montañas por su altura. El Meru es el anti-Everest, y su escalada es sencillamente una obra de arte fruto de la pasión, conocimiento, técnica y creatividad.

Anker es un respetado alpinista que se hace mundialmente famoso cuando en 1999, trabajando para National Geographic, encuentra el cuerpo de Mallory muy cerca de la cumbre del Everest, donde había permanecido durante 75 años. En 2008 Anker se puso en contacto con Jimmy Chin, uno de los alpinistas más experimentado del mundo, con el objetivo de intentar escalar en el Meru “la aleta del tiburón”, una pared de más de 1.200 metros de hielo podrido y roca técnica desplomada. Renan Ozturk, un joven alpinista llamado a ser un referente de la escalada, y también uno de los mejores directores de fotografía y cineasta de montaña, completa la cordada.

El intento finalizó con una dolorosa y arriesgada retirada escasos 100 metros de la cumbre tras una épica escalada que les tuvo en la pared más de 20 días en condiciones infernales. Una experiencia como esta, de sufrimiento físico y mental más allá de lo humanamente soportable, hubiera sido para el común de los mortales suficiente para no volver a intentarlo. Lejos de esto, Anker fue capaz de poner en marcha la cordada en 2011, pocos meses después de que Ozturk y Chin sufrieran sendos accidentes que casi les cuestan la vida.

Estamos ante una historia que une épica, pasión y acción, sin rehuir contestar las preguntas existenciales que más se repiten: ¿por qué?, ¿vale la pena?.

Las respuestas a ambas preguntas, la perfecta utilización de técnicas convencionales del documental, la inmediatez y la calidad de unas imágenes capturadas con gran técnica y mayor intención, son tejidas con habilidad y astucia por Elizabeth Chai Vasarhelvi logrando un espectacular documental de montaña y convirtiéndolo en una de las obras imprescindibles de la narración de aventuras.

JABIER BARAIAZARRA

DIRECTOR BILBAO MENDI FILM FESTIVAL