"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El Festival de Cine del Sahara (FiSahara) proyectará el próximo sábado, en la sala Kutxa (Andía, s/n), dos películas presentadas en las últimas ediciones celebradas en este certamen que se lleva a cabo en primavera en los campos de refugiados de Tinduf.
Así, a partir de las 19.30 y con entrada libre, se exhibirá el cortometraje Señor G, de Agustín Domínguez Cordero, rodado con niños saharauis en el marco del FiSahara, y Separated, de Natalie Johanna Hal, un documental que refleja la marginación y el aislamiento de la población afectada.
Además, hoy y mañana, el Fi- Sahara colocará dos jaimas en la zona del Boulevard y hará una presentación de lo que será la edición de 2015.
FiSahara nació “de un sueño compartido entre el pueblo saharaui exiliado y la comunidad cineasta española: llevar el cine hasta uno de los lugares más remotos del mundo, el desierto de los desiertos, conocido como la Hammada, donde el pueblo saharaui lleva aproximadamente 40 años refugiado”, señala en un comunicado, María Carrión, directora ejecutiva del Festival Internacional de Cine del Sahara.
Durante casi una semana, Dajla se viste de fiesta y su población acoge a cientos de visitantes. El festival ofrece cine, mesas redondas, talleres de formación audiovisual, conciertos, jaimas temáticas, un gran festival de cultura tradicional saharaui conocido como LeFrig y las emblemáticascarreras de camellos.
“El cine abre una gran ventana que conecta a este remoto lugar y su gente con el resto del mundo. Durante esa semana, la magia del cine ofrece a la población saharaui un respiro en su espera; esa larga espera por la justicia, por ver cumplida la promesa de regreso a una patria que nunca parece llegar”.El proyecto también ayuda a visibilizar ante la comunidad internacional este conflicto olvidado. En palabras de un joven refugiado: “Gracias al festival sabemos que no estamos solos”.
En 2011 FiSahara abrió la escuela de cine Abidin Kaid Saleh, que está formando a la primera generación de cineastas saharauis.