"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La última. La última película dirigida por nuestra dama favorita de este Zinemaldia, con permiso de la Gainsbourg y la Chastain. La última. Y no pudo terminarla. Ms Dorothy Azner cayó rota por la pleuresía y tuvo que ser Charles Vidor, síel Charles Vidor de Gilda, quien rematase esta historia sobre una patriota noruega a la que en su pequeño pueblo nórdico todos consideran traidora a su país y a los Aliados porque pasea feliz y contenta con unjerifalte nazi, ignorando todos que lo hace en un intento de atraerle allá donde un comando que podríamos considerar suicida pueda matarle, ajusticiarle, liquidarle y ella volver a engatusar a otro enemigo del pueblo y así una y otra vez hasta que los buenos ganen la Guerra.
La última película. Que no el último trabajo. Que no el último suspiro. Siguió rodandofilmes para entretener a las mujeres del Ejército. Amiga de otraFuria de la Naturaleza, Joan Crawford, la peor amiga que Bette Davis tuviera jamás, la ‘Dearest Mommy’ del libelo de su hija y a la sazón presidenta de Pepsi Cola, filmó un puñado de spots del refresco que nunca quiso ser la chispa de la vida pero esponsorizó más de un concierto de Michael Jackson.
La última película. De Guerra. En la retaguardia. De poder a poder. Predecesora de hembras que filman peligrosamente, Ms Azner se marca una persecución automovilística que seguro agradaría a la Bigelow. Y la escena de la aparición del comando también tiene cierta potencia letal.
La última. Después de haber dirigido a la Hepburn, a Sylvia Sidney, a Maureen O´Hara y a Claudette Colbert; después de haber empezado en el mundo donde el espectáculo siempre ebe continuar montando Sangre y arena, con Valentino (un recuerdo para la gran Thelma Schoonmaker), Ms Dorothy se va del Cine atando en corto a Merle Oberon, que cuatro años antes había sido, nada más, nada menos, Cathy en las Cumbres borrascosas de William Wyler.
La Oberon, por cierto, mantenía a buen recaudo en aquel 1943 un secreto que no revelaría hasta sentir próxima la muerte. Quien fuera esposa del gran Alexander Korda explicaría en 1978 que sus exóticos rasgos no se debían a haber nacido en Tasmania, como siempre contaba, sino a que su madre era una coloured woman de Ceylan de origen maorí nacida en La India…
La última película. No el último suspiro que fue, ya lo habrán leído, el mismo año que el de la Oberon: 1979. Si algún día pasan por Hollywood recuerden que su estrella en el Paseo de la Fama, la estrella de esta profesora de la Universidad de Cine de California, está en el 1500 de Vine Street.
BEGOÑA DEL TESO