"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Escalar por vez primera los 1.000 metros de la pared de El Capitan, en el californiano valle de Yosemite, resultó una tarea homérica que se llevó a cabo en diferentes ataques que condujeron al asalto final: 45 días de pared hasta alcanzar la cima el 12 de noviembre de 1958. Warren Harding y sus acólitos invirtieron 18 meses en el proyecto y bautizaron su vía como ‘The Nose’. Dos años después, Royal Robbins y su equipo firmaron la primera repetición de la misma en… una semana de esfuerzos. En 1975, Jim Bridwell creyó que podría escalarla en el día: convenció a un par de amigos y, juntos, lo lograron en poco menos de 24 horas. En 2012, la cordada formada por Alex Honnold y Hans Florine establecióun nuevo récord de velocidad en ‘The Nose’: 2 h 23’ 46”.
La historia de la escalada en el Valle de Yosemite, retratada en Valley Uprising, no se reduce, sin embargo, a horarios, récords y velocidad. No es el retrato de una actividad deportiva sino deuna forma de entender la vida, de medirse a ella. Las gestas son únicamente la consecuencia del empuje de varias voluntades, de personalidades transgresoras, de egos desmedidos yobsesiones infinitas conducidas por hombres y mujeres que, a menudo, buscaron (y siguen buscando) un camino alternativo a las normas dictadas por la sociedad. Todo se aceleró en Yosemite en los años 50 del pasado siglo, cuando la sociedad norteamericana de la postguerra abrazó el confort yla seguridad de una agradable rutina de la que unos cuantos se empeñaron en huir para vivir de forma más o menos permanente en un bosque a los pies de las grandes paredes escondidas en el valle. Los recién llegadosheredaron el empuje visionario de hombres como John Salathé, una carrera natural de relevos que todavía hoy tiene vigencia: los unos inspiran a los otros para escalar lo que no ha sido aún escalado, para borrar los límites establecidos, para llegar donde nadie ha llegado aún. Valley Uprising no se apoltrona en imágenes espectaculares (aunque las muestre); en un relato cronológico entrevista y dialoga con parte de los actores principales de la historia dela escalada en el valle. El valor documental del filme tiene más que ver con las ideas expuestas que con las imágenes ofrecidas. Y esto,cuando se trata de cine de montaña, es bastante infrecuente: muy habitualmente, las imágenes creen hablar por sí mismas pero no dicennada acerca de las motivaciones profundas de sus actores. Imágenes sin alma.
Con todo, este notable documentaltambién recoge con precisión el alcance real de la exposición (física y mental) a la que se someten aquellos que escogen escalar paredes de este tipo. La naturalidad con la que se expresan tipos como Alex Honnold o Dean Potter desmonta muchos prejuicios: el suicidio no tiene tanto que ver con escalar sin cuerda o con lanzarse en salto base desde una pared al atardecer.Quitarse la vida, parecen decir, es no vivirla tal y como uno desee vivirla.
OSCAR GOGORZA