"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Gracias a la presencia del documental Soul of a Banquet dentro de la programación de Culinary Zinema, el Festival ha tenido el honor de recibir la visita de un director de cine muy especial: Wayne Wang, ganador de la Concha de Oro de San Sebastián por el largometraje Mil Años de Oración. Ocurrió en el año 2008 y Wang todavía no lo ha olvidado: “Me hizo muy feliz que a Paul Auster, presidente del Jurado de aquella edición, le gustara mi película y que me entregara el premio. Siempre lo recordaré”, asegura.
“Me gusta mucho el Zinemaldia porque el paseo sobre la alfombra roja se realiza antes y después de la proyección. Tiene más sentido después, cuando el público ya ha visto la película y se queda a aplaudir. Antes en realidad solo importa la ropa que llevas puesta”, explica.
En 2008, el director vivió la experiencia de tener un largometraje en la Sección Oficial. Este año, en cambio, al participar en Culinary Zinema “disfruta del Festival de una forma totalmente diferente”.
Como todos los directores de esta sección gastronómica, Wang participó anoche en la cena temática inspirada en su película. Pudo compartir mesa con algunas de las personas que esa misma tarde habían visto la película y escuchar sus opiniones. Especialmente, le gustaron las palabras de losdos cocineros, Kevin Patricio y Aitor Arregi. “Ellos hablaron de la importancia que tiene volver a las raíces, un concepto que me interesa mucho y que exploro en mi documental”.
Su trabajo repasa la vida de Cecilia Chiang, una mujer de 94 años a la que se le atribuye el mérito de haber introducido la auténtica comida china en América. “Sin embargo, para mí no es solo una película de gastronomía, también es política”, asegura. El filme explica el viaje de Chiang desde su infancia en Beijing antes de la Revolución Cultural hasta su conversión en restauradora de la Costa Oeste. “Cecilia ha vivido tanto que su historia vital se convierte en la historia de la comunidad china en Estados Unidos. Eso le añade interés al largometraje”, asegura.
Para la realización de este documental Wang ha tenido que pasar muchas horas con Cecilia. De ella destaca su entusiasmo y ganas de vivir. “Cuando repasas su álbum de fotos ves que ha perdido a mucha gente importante en el camino y, sin embargo, tiene un motor interior que le anima a seguir hacia adelante. Pienso que todos tenemos que buscar ese motor”, concluye.
I.B.