"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Un tribunal rabínico es el único escenario de Gett. El divorcio de Viviane Amsalem, película israelí que refleja el drama de Viviane (y como ella, el de otras muchas mujeres de su país) a la hora de solicitar el divorcio sin el consentimiento de su esposo: “En mi país vivimos una situación compleja –explica Shlomi Elkabetz, codirector del filme junto a su hermana Ronit que también interpreta ala protagonista–. Por una parte somos un Estado muy liberal, la mujer puede abandonar al marido e irse de casa, estar haciendo vida de pareja con otra persona incluso, pero pocas son las que solicitan el divorcio legalmente porque saben que para lograrlo dependen de su esposo y estos tienden a chantajearlas económicamente o conla custodia de los hijos a cambio de concedérselo. Por otra parte se trata de un proceso muy largo”.
La película fue estrenada la semana pasada en Israel y yaha suscitado las primeras reacciones: “Se ha generado un debate social interesante –dice su director–, incluso el ministro de Justicia ha organizado una comisión de juristas para ver el filme y valorar la realidad que en él se aborda”. Este hecho es valorado positivamente por uno de los protagonistas de la película, Sasson Gabai, que encarna al hermano y abogado defensor del marido de la protagonista: “El hecho de que Israel haya seleccionado nuestra película para que opte al Oscar deja claro que somos un país con bastante sentido de la autocrítica”. Shlomi Elkabetz comparte esta apreciación pero, según él, “siendo solo autocríticos no vamos a ninguna parte. Creo que en la sociedad israelí hay una voluntad real de cambio pero todo cambio exige una renuncia y el miedo, a veces nos paraliza”.
«Somos Oriente Medio»
Para Elkabetz “el hecho de estar enclavados en Oriente Medio también nos influye culturalmente, eso es innegable, por más que muchos mantengan la fantasía de que Israel es Europa”. Para el actor del filme, “también estamos condicionados por nuestra Historia reciente”, algo sobre lo que su director matiza: “Es curioso que en Israel se hagan muy pocas películas sobre el pasado. Somos un país tan vivo, con tantos frentes de debate abiertos que la mayoría de nuestro cine se centra en el aquí y en el ahora”.
Tercera parte de una trilogía donde se abordan distintos momentos en la vida de una mujer que busca su espacio de libertad, Gett convierte a esta en el centro del relato a través de una sucesión de planos subjetivos “donde el espectador comparte su percepción sobre el resto de los personajes y la de estos hacia ella”, según el cineasta. Ese efecto se potencia al estar localizada toda la acción en un espacio cerrado: “Para mí –dice Sasson Gabai– el hecho de trabajar en un único escenario me retrotraía a mis trabajos en el teatro. Al final, lo que mostramos en la película es el gran circo del alma”.
J.I.