"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Una película argentina que quiere ser una invitación a repensar el matrimonio como institución se proyectó ayer en la Sección Oficial a concurso. Protagonizada por Leonardo Sbaraglia y Celeste Cid, y dirigida por Anahí Berneri, participó en 2012 en el Foro de Coproducción Europa-América Latina del Festival.
¿Estamos preparados para vivir tanto tiempo con la misma persona? Es la pregunta que subyace en este filme que utiliza la reforma de una casa en el campo como metáfora de la deconstrucción de una familia. “Es una película de amor, el amor como un lugar de conflicto, e intenta ser una mirada adulta sobre la pareja. También sobre mi generación, a la que le cuesta mostrarse generosa, porque el matrimonio requiere muchísimo esfuerzo”, señaló en rueda de prensa Berneri, quien ya concursó en Zinemaldia en 2007 con Encarnación (2007) y ganó el premio Fipresci.
Apuntó la directora que, para sacar adelante esta historia “era importante contar con dos grandesactores, que además fueran bellos, porque con los años la belleza no es lo único importante en el erotismo y el deseo”. Leonardo Sbaraglia, que con esta película regresa a supaís tras una década rodando en España, explicó queestos dos personajes “sienten hastío, mucha amargura y dolor, pero todo a un nivel muy interno. No sucede ningún hecho extraordinario, todo es sutil, lo que requería expresiones austeras. Fue todo un desafío”. Añadió el actorque en Argentina el filme tuvo críticas extraordinarias, “pero la gente salía incomodada, porque es una película que perturba. Y crea inquietud al espectador que tiene hijos. Porque, a veces, en la lucha del amor uno se olvida de lo más importante, que son los hijos”.
La relación sexual entre los protagonistas es, cuanto menos, complicada. “Una cuestión en elmatrimonio es la de cómo mantener vivo el deseo, más allá del amor o de los hijos”, dijo Berneri. La directora fue acusada por una periodista presente en la sala de fomentar la violencia de género. “Entre los protagonistas hay un vínculo violento, porque cuando la crisis no se verbaliza, ocurre la violencia, pero es tanto de género masculino como femenino.La realidad de una pareja no es un camino de rosas. Aquí, ella utiliza el sexo como un arma y el sexo es un terreno de mucha violencia. Pero éste es un vínculo pasional”.
Al final, la película abre una ventana a la esperanza. “Termina con una boda ajena. Y los personajes se vuelven a mirar y se reconocen”.
K.A.