"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Aunque se trata de una de las actrices con mayor proyección en Hollywood (hasta el punto de que la revista “Time” llegó a incluirla en su relación anual de las 100 personas más influyentes del mundo), Jessica Chastain rechaza eseestatus de estrella y no solo con palabras (“me dio un poco de pudor ver mi nombre en aquella lista”, reconoce) sino desde los hechos. Prueba de ello es su personal implicación en una película como La desaparición de Eleanor Rigby, ópera prima del cineasta Ned Benson, que la ha traído hasta San Sebastián en calidad de protagonista y productora del filme dentro de Perlas: “Realmente tener una cierta posición dentro de la industria te sirve para apostar por proyectos como este. El guion lo tenía desde hace tres años y me enamoró desde la primera lectura. Cuando al fin pudimos levantar la película fue muy emocionante”.
Aunque esta historia, que cuenta la ruptura de una pareja a partir de la misteriosa desaparición de la esposa, estaba planteada en principio como un díptico, finalmente se ha quedado en un solo filme con un montaje donde se concentran los puntos de vista de él y de ella: “Para ser honesta, para mí fue una sorpresa esta opción pero como productora dejé libertad al director para que fuese él quien decidiese el montaje definitivo”.
Personajes al límite
Cuestionada sobre su presencia en algunas de las películas más arriesgadas y polémicas de los últimos años como El árbol de la vida o La noche más oscura, Chastain reconoció que “me atraen aquellas películas que provocan en el espectador una reacción de amor y odio, que no le dejan indiferente”. Esa misma voluntad de desafío es la que guía a la actriz en la elección de sus papeles: “Prefiero los personajes que se nutren de contradicciones; los perfiles lineales o estereotípicos no me interesan”. No parece casualidad que su filmografía se vea jalonada por nombres como los de Terrence Mallick, Kathryn Bigelow o Christopher Nolan: “En última instancia la figura del director es la que me decide a hacer una película. Me gusta trabajar con cineastas independientes, un concepto que para mí no está tan ligado a razones de presupuesto como de autoría. Por ejemplo Nolan trabaja dentro de la industria firmando grandes éxitos de taquilla pero su mirada, para mí, es la de un autor”.
Esta visión del cine es la que hace que Jessica Chastain sea bastante escéptica respecto al alcance real de los premios: “No puedo negar que la nominación al Oscar que recibí por La noche más oscura le dio un impulso a mi carrera, pero cuando pienso en los actores y actrices cuyo trabajo me inspira, como Isabelle Huppert o Gary Oldman, y veo que no tienen ningún Oscar en su haber, es cuando me doy cuenta de que los premios tienen una importancia relativa”. j.i.