"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Nacida en Pamplona en 1977 y afincada desde hace años en Bilbao, María Mur es la directora de la productora de arte contemporáneo Consonni, que desarrolla proyectos muy alejados del objeto artístico al uso. Es también una de las fundadoras del colectivo de feminismo y arte Pripublikarrak (2005-2009) y participa en numerosas investigaciones sobre políticas culturales.
¿Cómo está viviendo la experiencia de ser miembro del Jurado?
Está siendo intenso y emocionante. Yo había sido parte de jurados de arte, pero nunca de cine. Y estoy disfrutando como una enana. Yo venía todos los años al Festival como espectadora, pero esto no tiene nada que ver, claro.
¿Qué nivel está encontrado en Nuevos Director@s?
Lo que es interesante es que hay intentos de generar nuevas narrativas, cosa que, para mí, viniendo del arte contemporáneo, es fundamental. Se ven nuevas miradas y representaciones y eso me parece algo muy a valorar. Y también hay mucha honestidad, trabajos muy sinceros. Son películas, en general, de poco presupuesto, hechas por gente joven, en las que se nota el esfuerzo y las ganas. Por mi parte, busco trabajos que no sean convencionales, que tengan algo experimental.
Como espectadora, ¿qué tipo de cine le gusta?
Como espectadora, puedo disfrutar de un cine muy variado. Pero es muy diferente ver una película como jurado; al fin y al cabo, es un trabajo que estás haciendo y tienes que estar muy atenta. Mientras estás viendo la película, vas buscando argumentos para defenderla o criticarla. Sin embargo, me doy cuenta de que, cuando me meto a ver algo de otras secciones, me relajo mucho más.
O sea que, además de ver las que tiene que juzgar, ¿está viendo más películas? Sí, no puedo evitarlo. Estoy viendo hasta cuatro al día, porque siempre hay trabajos de gente que conoces que quieres seguir. Para mí, lo mejor de todo esto es que estoy aprendiendo mucho. Las discusiones con mis compañeros del Jurado, que son todos del mundillo, son como un curso acelerado de cine.
¿Cuál es la filosofía de Consonni?
Nos interesa definirnos como productora porque es una identidad confusa, ya que en el mundo del arte no existe la figura de la productora de una manera tan clara como en el teatro o en el cine. Mi sorpresa está siendo que, cuanto más conozco lo que es la producción de cine, más cuenta me doy de que es algo parecido a lo que hacemos nosotras. La gran diferencia es presupuestaria, pero en ambos casos lo principal es defender la idea. A mí, lo que más me interesa del arte contemporáneo, es la capacidad que tiene de generar esfera pública y debate.
¿Cómo valora la presencia de las mujeres en Zinemaldia? En los jurados, desde luego, es muy alta, y también, por lo que veo, en la plantilla que saca adelante el Festival. Al final, no se trata solo del número de mujeres que hay, sino de la conciencia feminista que éstas tienen y yo me estoy encontrando con muchas mujeres que tienen claro cuál es su papel en esta industria. Es cierto que todavía sigue habiendo bastantes menos realizadoras que realizadores, y ahí estamos ante el famoso techo de cristal, el miedo a exponerse. Pero en una película hay otros muchos papeles desempeñados por mujeres, aparte de la dirección. karolina almagia