"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El texto que viste el primer fotograma de Jauja dice que “los antiguos la creían una tierra de abundancia y felicidad”, pero “que los que la intentaron encontrar se perdieron en el camino”. A pesar del título, en la película de Lisandro Alonso es evidente que la Patagonia argentina del siglo XIX no es ese lugar. Allí llega en 1882 el capitán Dinesen (Viggo Mortensen) como ingeniero del Ejército argentino y aquel paraíso está lleno de otras cosas: de inmensidad y desierto, de tierra y soledad, pero también de uniformados dispuestos a exterminar a la población autóctona, los “cabezas de coco”. Un lugar poco adecuado para ver crecer los 15 años de Ingeborg, la hermosa hija del capitán interpretada por Villbjork Mallin Agger.
Es la segunda vez que Viggo Mortensen realiza una película en Argentina, el país donde residió durante su infancia y donde dice sentirse como de regreso a casa. La primera fue Todos tenemos un plan, escrita y dirigida por Ana Piterbarg en 2012. Este segundo proyecto es fruto de la amistad y colaboración con Lisandro Alonso quien, con Fabián Casas, escribió el texto de un guion con tintes fantásticos que consiguió entusiasmar al famoso actor, hasta el punto de lograr que se implicara también como productor e incluso compusiera la banda sonora del filme. Alonso acostumbra a reivindicar su cine para minorías –“soy feliz con lo que hago y seguiré haciéndolo”– y también ayer, en su intervención en el Zinemaldi antes del estreno de su película, animó al público a quedarse hasta el final de su cinta, “porque ya verán cómo la historia cobra un sentido mucho mayor en los últimos minutos”.
Por su parte, en su presentación anoche en el abarrotado Kursaal 2, Mortensen calificó a Jauja como una obra singular. “Para mí es una gran película, ya van a ver, y en ella hay que reconocer sobre todo a la gente que se juntó para hacer posible nuestra aventura”, añadió dirigiéndose a los representantes de las empresas de Argentina, México, Países Bajos, Francia, Dinamarca y Alemania que le acompañaban.
“Esta película es una cosa extraña, porque es tan argentina como danesa, y eso es muy difícil de hacer”, aseguró Mortensen anoche. “Yo siempre había querido trabajar en danés, el idioma de mi padre, por ejemplo con Lars Von Trier o así, y va y resulta que me tocó con Lisandro” , bromeó.
En su interpretación del capitán, Mortensen no habla su idioma natal, el inglés, sino que se entiende en danés con su hija –“elegí el danés que hablaba mi abuelo, sencillo y correcto”–, y en español con acento danés con el resto de los personajes. El rodaje de Jauja ha permitido al actor regresar a la misma región de su infancia, y volver a montar a caballo en el mismo lugar donde aprendió.
La película está rodada en formato diapositiva, y la cuidadafotografía está firmada por el finlandés Timo Salminen, autorde las imágenes de películas desu compatriota Aki Kaurismaki como Ariel o Le Havre.
Este es el quinto largo de Lisandro Alonso (Buenos Aires, 1975). El primero fue La libertad llegó en (2001). Después realizó Los muertos (2004) Fantasma (2006) y Liverpool (2008). Todas ellas han sido presentadas en el Festival de Cannes, donde Jauja logró en mayo el premio FIPRESCI. p.y.