La productora brasileña Sara Silveira se ríe con ganas contando que le paran por San Sebastián agradeciéndole su entusiasta apoyo a la Real Sociedad en la gala de inauguración del Festival. Dice que de esta ciudad le gusta todo, y no solo el equipo de fútbol. “Vengo al Festival desde 2004, cuando seleccionaron nuestra película Cinema Aspirinas y Urubús para Cine en Construcción y desde entonces veo crecer al certamen cada año y aumenta mi cariño por él y por esta ciudad”, asegura. Silveira es esta edición la presidenta del Jurado que elegirá el largometraje ganador del Premio de Horizontes Latinos entre catorce títulos. Aunque su densa y fructífera actividad profesional parece desmentirlo, asegura que prefiere “ver cine antes que hacer cine”, por lo que “ésta es una oportunidad de oro para disfrutar de la selección de cintas latinas y además reflexionar sobre el trabajo de cada colega”. “Aunque no se lo crean, es más fácil ver cine latino aquí que en mi tierra, porque aunque en América cada país tenga su producción, en Brasil casi no se consigue ver lo que hacen nuestros vecinos, como mucho alguna película argentina que logra un gran éxito en festivales europeos”.
Silveira asegura que son las producciones norteamericanas las que dominan en las pantallas y que los distribuidores no tienen gran interés en las películas de autor que ella y otros profesionales producen. Sin embargo, la producción está en auge. “Ahora mismo en Brasil tenemos plata para hacer cine, este año más de 300 millones de dólares y hemos pasado de hacer cuatro películas al año a cien. Eso es gracias a la Ley del Audiovisual, una norma de incentivos que supone una renuncia fiscal por la que ese dinero pasa al cine, y así los productores podemos disponer de dinero público y realizar nuestros proyectos, pero tenemos que resolver el problema de la distribución”.
Recientemente, y gracias a las nuevas generaciones, van surgiendo pequeñas distribuidoras que con constancia y pocos medios están acompañando a las producciones menos comerciales.
Con respecto a la proyección internacional del cine de su país, Sara Silveira considera muy importante la labor del Zinemaldia, especialmente por haber incluido la cinematografía brasileña en Horizontes Latinos: “San Sebastián abrió la puerta a la Latinoamérica que habla español, pero yo doy gracias a que se oficializara el portuñol y nos metieran en ese mismo saco de Horizontes, porque así está también el cine que habla nuestro idioma y que es muy próximo al de todos ellos”. Silveira recuerda que la sección dedicada al cine latino del Festival incluye este año tres títulos de Brasil y que fue brasileña O lobo atrás da porta, la ganadora de la pasada edición.
También el papel del programa Cine en Construcción que promueve el Festival ha sido, según Silveira, decisivo para muchos títulos del nuevo cine latino. “Es uno de los mejores sistemas para impulsar una película que está en la mitad de su camino y además le da la posibilidad de llegar a Europa, como nos sucedió a nosotros en 2004. Es realmente una puerta para el cielo”.
Mujeres productoras
Por otra parte, reconoce que, como ella, son muchas las mujeres dedicadas a la producción cinematográfica, no solo en Brasil sino en todo el mundo: “Yo no soy feminista, pero constatar esa realidad me da mucho gusto porque es una capacidad que tenemos y que está muy cerca del alma femenina: nosotras somos madres y sabemos administrar la casa, los hijos, el marido”, comenta con humor.
“Hacer producción es casi lo mismo: el director es el marido, los hijos los actores, la administración de la casa la producción … Yo ruego a Dios para que así continúe, porque las mujeres podemos revolucionar el mundo. Claro quevamos a dejar a los hombres que estén ahí y les vamos a dar atención, pero la producción es más de nosotras. En los países en que las mujeres van ocupando su sitio, estamos más cerca del desarrollo y del futuro”. pili yoldi